Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 18

Atrio de los Gentiles en la Argentina Alfonso Gómez SJ Doctorado para Juan José Almagro Rector de la Universidad Católica de Córdoba La trayectoria del Dr. Juan José Alma- Gómez, Gonzalo García Espeche (ICDA) y Almagro. Hace falta un crecimiento en ética, en humanidad, que acompañe a la acumulación de poder que genera el crecimiento en avances tecnológicos y de las empresas. 18• FORO gro, sus aportes a nivel de investigación y de divulgación justifican claramente la máxima distinción académica por parte de la Universidad Católica de Córdoba propuesta por la Escuela de Negocios de nuestra Universidad, el ICDA. Quisiera señalar dos aspectos del esfuerzo intelectual del Dr. Almagro que señalan la pertinencia de la distinción: la necesaria humanización de la empresa y la imprescindible nueva valoración de la empresa. La empresa ha sido el motor del desarrollo tecnológico de los últimos años. Si advertimos el crecimiento en capacidad y extensión de las tecnologías de la información y la comunicación en los últimos 20 años, encontraremos que el avance tecnológico se debe en gran medida a esfuerzos que comenzaron en investigaciones de universidades o laboratorios estatales, pero que los grandes desarrollos se dieron en ámbitos empresariales. A la vez, la competencia entre las empresas produjo conductas o culturas que hicieron perder recientemente enormes cantidades de puestos de trabajo y confianza. En conocidos casos, como en el campo de las finanzas, los avances tecnológicos no fueron acompañados de un crecimiento en la responsabilidad de muchas de las personas que condujeron las empresas. Hace falta un crecimiento en ética, en humanidad, que acompañe a la acumulación de poder que genera el crecimiento en avances tecnológicos y de las empresas. La humanización de la empresa es un desafío para quienes las construyen y para quienes educamos a los líderes que las constituyen. Es necesario que formemos líderes que estén a la altura de las técnicas de administración y la enorme cantidad de poder por la que deberán responder ante la sociedad. La segunda razón es el esfuerzo del Dr. Almagro por valorizar el papel de la empresa en la sociedad. Para algunos observadores, es curioso que en ambientes en los que las empresas generan enormes cantidades de fuentes de trabajo, dan los más variados servicios y solucionan los más complejos problemas, a la vez, tengan altos índices de percepción negativa. Como ocurre en la Argentina. La atención a la ética empresarial y a su responsabilidad en la sociedad ayudará sin duda a generar la cultura necesaria para que se comprenda mejor el rol de la empresa ante el bien común. No se trata de mejorar una encuesta de opinión sino de encontrar nuevamente el sentido de una de las instituciones básicas del protagonismo creador de los individuos. Acuerdo que genera oportunidades de realización por el trabajo y riqueza, no sólo material, sino principalmente humana.•