Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 99
Responsabilidad Social
Clara Bazán Cea
Algunas reflexiones sobre
la Legitimidad Social y la empresa
Directora Corporativa de Responsabilidad Social de MAPFRE
Últimamente
me encuentro con
muchos artículos que hacen referencia
a la reputación, la legitimidad social y
el comportamiento de las empresas con
sus grupos de interés. He leído que la
economía es una actividad humana relacionada con valores morales y que persigue una meta que le de sentido de legitimidad
social.1 Poco a poco me doy cuenta de
cómo los intangibles están impactando
de forma decisiva en la economía, pese a
la resistencia de algunos.
Me parece fundamental y clave para
cualquier empresa velar por su legitimidad social, porque es lo que le va a permitir tener éxito y ser sostenible. La legitimidad social, va mas allá de la pura
legitimidad legal; estamos hablando de
una legitimidad que otorgan las personas
y los grupos de interés que están o pueden estar directa o indirectamente afectados por su actividad.
Todos los días podemos leer noticias, reportajes y artículos de opinión
sobre temas de corrupción en todo tipo
de instituciones y organizaciones, ataques contra la vida humana, aumento
de la pobreza y la desigualdad social,
colapsos de fábricas que no terminan
de resolverse por intereses ajenos a los
trabajadores, etc. En este entorno, tan
1
cambiante y tan difícil desde el punto
de vista social, lo que se está poniendo
en cuestión es la legitimidad social de todas las organizaciones públicas o privadas.
Velar por alcanzar una legitimidad
social es, para las empresas (y para cualquier organización), ciertamente complejo,
ya que requiere del control de múltiples
variables no estrictamente económicas,
sino también sociales, medioambientales, éticas, de gobernanza, e incluso morales. Pero resulta necesario si, como
empresa, queremos alcanzar objetivos y
cumplir con la visión y misión establecidas y generar riqueza.
Aunque me he referido a la complejidad de gestionar este concepto, desde mi
modesta opinión, creo que hay tres variables que, como punto de partida
son importantes: (i) que la empresa desarrolle una relación madura
con sus grupos de interés o stakeholders, (ii) que integre la responsabilidad
social en el negocio
y (iii) que gestione
adecuadamente sus
riesgos, especialmente, los relacionados
con su reputación.
En este entorno,
tan cambiante y
tan difícil desde el
punto de vista social,
lo que se está
poniendo en cuestión
es la legitimidad social
de todas las
organizaciones
públicas o privadas.
Cortina, Adela. “Los valores en la vida económica y en la vida democrática”.
ForoE nº9, 2012 p.107.
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