Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 93

Responsabilidad Social la actividad laboral. ¿Para qué trabajamos? ¿Cómo podemos trabajar mejor? ¿Cómo podemos hacer un poco más digna la vida de los que trabajan, de los que quieren acercarse al mundo laboral y de los que quieren desarrollarse dentro del contexto de las organizaciones? Sostengo que las empresas deben sacar lo mejor de cada uno de sus empleados –y no lo peor, como muchas veces ocurre–, con actitud vital y optimista. Tanto para las empresas como para las personas, la pregunta es la misma: ¿en qué página del diario te gustaría aparecer? Desarrollar estrategias y programas sustentables, estoy convencido, incrementará los niveles de atracción y fidelización del mejor talento, generará una propuesta de valor mucho más atractiva para el empleado, incrementará la innovación y la creatividad y, fundamentalmente, desarrollará ambientes de trabajo saludables, con colaboradores desarrollados integralmente y en el que todos los grupos de interés se verán beneficiados, sostenidamente. Las empresas más humanas son, en definitiva, aquellas en las que en ningún momento se deja de pensar en la gente –y de actuar en consecuencia–, en las que se genera un círculo virtuoso de vitalidad, dignidad y humanidad, con personas protagonistas, a partir de una actitud de responsabilidad y compromiso incondicional de todos, donde se alcancen resultados de negocio superiores sin que ello implique impactar negativamente en la gente. La base está en los valores que sostienen el proyecto y que se mantienen vigentes en el transcurso del tiempo, más allá de la situación coyun- tural, pues son elementos constitutivos estructurales. Las empresas más humanas son aquellas en las que no sólo se predica, sino que, a partir del ejercicio cotidiano, se vive y – sobre todo- se valora la auténtica diversidad e inclusión en todas sus formas, se practica voluntariamente la humildad, la colaboración y la solidaridad, se motiva a sus empleados permanentemente a partir de líderes íntegros, se respira libertad, felicidad y ética –en su sentido más amplio– con naturalidad, y se logran resultados extraordinarios sostenibles. Son las empresas en las que todos aspiran a trabajar algún día y quienes trabajan en ellas cada día renuevan su contrato por convicción y decisión –y no por costumbre–, teniendo una autoestima elevada pero equilibrada, logrando conciliar su vida laboral y profesional con la familiar y extralaboral. Son esas organizaciones que se ganan el respeto de todos y en las que el optimismo, la sensibilidad y la inspiración permiten liberar el espíritu creativo y el potencial de acción y realización de todos sus integrantes, impactando positivamente en cada persona, en sus círculos de influencia y en los resultados de negocio. Ese mundo, tal vez utópico e ideal, ya empieza a ser hoy una realidad en las mejores organizaciones ¡El camino a recorrer es apasionante y, por suerte, en gran medida depende de cada uno de nosotros para que sea una realidad cotidiana! • Las empresas más humanas son aqu ellas en las que en ningún momento se deja de pensar en la gente –y de actuar en consecuencia–, en las que se genera un círculo virtuoso de vitalidad, dignidad y humanidad. FORO •111