Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 91
Responsabilidad Social
Alejandro Melamed
Desarrollando empresas
más humanas
Vicepresidente de RRHH de Coca-Cola Latinoamérica Sur. Docente de grado
y Maestría (UBA) y profesor invitado de diferentes universidades.
Autor de varios libros, entre ellos “Empresas (+) Humanas-Mejores personas,
mejores empresas” (Planeta) y de numerosos artículos
Los
análisis sobre las últimas crisis que se han desatado a nivel mundial
muestran, a quien quiera encontrarlo, un
hilo conductor: la relación entre valores
y economía. Y en este caso no estoy haciendo alusión a los valores de las propiedades, las hipotecas, los créditos, la
bolsa o el dinero en el circuito financiero. Me refiero a los valores del ser humano.
En el futuro cercano, la relación entre
ética y negocios se planteará como nunca antes en la historia. De hecho, ya se
lo está haciendo! La responsabilidad social de las empresas y la sustentabilidad
de los negocios han llegado, afortunadamente para todos aquellos que creemos
firmemente en el tema, a las agendas de
los directivos y ejecutivos para quedarse. Y en este contexto, la humanidad de
las empresas está en el centro del debate.
Para lograr cualquier tipo de objetivo en la vida, es necesario estar dotado de ciertas cualidades, de una ética.
Como dice Viktor Frankl, nada es posible si uno no tiene una noción clara acerca de qué es el bien. Es que parte de la
felicidad que alcanzamos se compone de
ciertos bienes, que pertenecen tanto a la
conciencia como al cuerpo, bienes a los
que podemos llamar pensamiento o pla-
cer o virtud. Cada uno sabe cuáles atesora en la biblioteca del alma. A esa ética es la que nos referimos: del bien que
hacemos a los otros y que nos hacemos.
Al enfrentarnos con el mundo organizacional y laboral, también debemos comprender que hay un factor central y crítico, elemento fundamental de
la ventaja competitiva: las personas, los
colaboradores, los trabajadores. Cada
vez más, en la era del conocimiento, en
la que las ideas son las que generan las
diferencias comparativas, es la gente la
única capaz de lograrla.
También hablamos de la persona
como un ser único e indivisible, que
ama y también a veces odia, logra
sus metas, disfruta, pero muchas
veces también se resigna y sufre, se emociona, se apiada, llora o ríe para expresar sus necesidades
y deseos. En la vida
de las empresas tenemos muchas satisfacciones, alegrías y,
por qué no, también
dificultades.
Cuando se analiza la realidad de la
gente en las empre-
En el futuro cercano,
la relación entre
ética y negocios
se planteará como
nunca antes en
la historia. De hecho,
ya se lo está
haciendo!
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