Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 54
Crisis ética y economía
En el caso argentino
la apreciación
del dólar en los ‘90
hizo que se resintiera
la competitividad,
que tenía una caja
de convertibilidad con
el dólar. El país
se enfrentó a una
recesión fuerte y entre
1998 y 2002 no fue
capaz de recuperar
la competitividad,
porque no podía
devaluar su moneda.
72• FORO
vidad, que tenía una caja de convertibilidad con el dólar. El país se enfrentó a
una recesión fuerte y entre 1998 y 2002
no fue capaz de recuperar la competitividad, porque no podía devaluar su moneda. La economía destruía empleo y la
crisis se trasladó a las cuentas del Estado, que no podía hacer frente a sus
deudas.
El país se vio envuelto en una espiral contractiva, en la que la crisis genera
una pérdida de renta per cápita que ocasiona caídas del empleo, de la demanda,
de la recaudación fiscal y crecimientos del gasto público por
los estabilizadores automáticos
que generan, a su vez, déficit público y dan lugar a nuevos recortes de gasto que limitan el consumo y la inversión y traen nuevas caídas
del PIB. Del mismo modo, esta espiral
contractiva describe bien la evolución de
España en los últimos años y las dificultades que está encontrando el país para
salir de la crisis.
Una de las opciones que se han barajado para esta salida pasaba por la salida
del Euro, sin embargo, el caso argentino
de 2002 ilustra bien a las claras los costes de salir del euro. La ruptura de la caja
de convertibilidad fue la opción seguida
por Argentina en 2002, dejando depreciarse al peso respecto al dólar. Sin embargo, buena parte de las deudas de los
argentinos estaban en dólares y en cambio sus ingresos pasaron a estar en pesos devaluados
La solución implementada por el gobierno de Duhalde fue la “pesificación”
de las deudas. El gobierno tuvo que asumir la diferencia entre el valor de mercado de las deudas y el resultante de la
conversión en pesos ya que si no hubiera
tomado esta opción, muchos deudores
no hubieran podido pagar sus deudas y
hubiera quebrado el sistema financiero.
Del mismo modo, el caso argentino ilustra claramente los costes que podría acarrear una salida del euro. En el
caso argentino el coste de la ruptura de
la convertibilidad y la pesificación fue altísimo, a pesar de que la profundidad del
sistema financiero era muy inferior a la
del sistema financiero español, donde la
“pesetificación” sería ruinosa. En Argentina la crisis y la devaluación llevaron
a subidas del desempleo y de la pobreza,
que alcanzó a más de la mitad de la población en un país donde no se había visto antes esa proporción.
El caso argentino de 2002 ilustra
también los beneficios de la devaluación.
En efecto, el peso argentino se depreció
y esta pérdida de valor de la moneda y
la recuperación de la política monetaria
por parte del gobierno permitieron una
mejora de las cuentas externas al tiempo
que el gobierno argentino ganaba margen para la política monetaria. Argentina
suspendió los pagos de su deuda externa
y ha estado excluida desde entonces de
los mercados financieros internacionales; no obstante, ha alcanzado una fuerte senda de crecimiento impulsada por
la subida desde 2003 de los precios de
las materias primas, aunque quedan importantes problemas por resolver como
la inflación.
En el caso argentino, la ruptura de la
convertibilidad junto con la devaluación
de la moneda son elementos claves del
proceso de recuperación de la economía.
En el caso español cabe decir que para
los economistas es siempre más fácil explicar cómo llegamos a la crisis que decir
cómo vamos a salir. Como se dijo más
arriba, en el caso español no puede haber devaluación, la salida del euro no es
una opción viable y es más difícil una salida impulsada por un crecimiento fuerte de la demanda externa, ya que nuestros principales socios comerciales son