Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 46

Crisis ética y economía

La responsabilidad
civil de las empresas y
de los empresarios es
ayudar y cooperar con
los políticos;
si lo políticos no
lo aceptan, tienen que
decir que aunque
actúen de buena fe,
se va a cometer
un error muy grave.

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Con respecto a la economía de la reciprocidad, que es el paso del taylorismo a una empresa más abierta, más relacionada, de tipo constructivo, me parece
excelente el ejemplo de la cuerda versus el ejemplo de la cadena. Y me parece importante la necesidad de relacionar a las instituciones con el largo plazo,
con los soportes básicos de una sociedad. Es muy buena la capacidad de ser
flexible, pero también se necesita tener
guías de largo plazo, se necesitan objetivos de largo plazo, consensuados, valores declarados y ejercitados
concretamente.
Tenemos que encender los
argentinos nuestras luces largas,
salir de la permanente crisis y coyuntura y pensar juntos estas ideas
básicas para movernos. La empresa institución es un gran ausente en la Argentina, y su debilidad es causa de esta decadencia relativa frente al mundo a las
que nos ha tocado ser testigo en nuestra
generación.
En cuanto a las oportunidades para
un país como el nuestro, hasta hace unos
cuantos años se hablaba del famoso deterioro del intercambio. Entonces se
pensaba que como la Argentina producía
bienes primarios, granos, cereales, etcétera, cada vez valía menos; por lo tanto eso
era un desafío desarrollar una industria
sustitutiva. Lo cierto es que en los últimos años la mayor parte de los commodity han subido enormemente de precio
y la Argentina debe tener el 80% de los
commodity que el mundo desearía tener.
Tiene que ponerlos en valor, al servicio
no solo de la sociedad argentina sino del
mundo. Nuestro país ha sido reconocido
en el mundo como una gran productora de alimentos; podría serlo mucho más.
Recuerdo las palabras de Juan Pablo
II cuando vino al país en 1987, cuan-

do estaba en muchas cosas en una situación bastante parecida; teníamos varios
tipos de cambio, fuga de capitales, inflación, decaimiento fuerte en la inversión. El Papa además de dar ánimo a los
empresarios, en un acto en el Luna Park
dijo “Argentinos ¿qué han hecho ustedes
con la herencia recibida?”. El venía en
un vuelo desde Santiago de Chile y había
atravesado por el medio la Argentina, y
había visto lo que era el país viniendo
de países con tan pocos recursos, como
Polonia o los había conocido antes. Me
pongo específicamente en rol de empresario y digo que hay un responsabilidad
civil más allá de la social, que es reafirmar el rol de la empresa y empresario en
nuestra sociedad y tratar de que eso potencie mucho de lo que ha estado desarrollándose hasta el momento.
Stefano Zamagni: yo no he explicado
el rol de las empresas en la sociedad de la
Argentina, porque no vivo en esta parte
del mundo. En Europa es normal considerar el papel de la empresa como central. Luis Bameule tiene razón: en este
país en general y en América Latina el
reconocimiento que se debe a las empresas no es suficiente. La “Caritas in Veritate”, que es la última encíclica social del
Papa Emérito Benedicto XVI, usa la palabra empresa y empresario 50 y 54 veces; en el pasado no se hablaba o algunas veces se hablaba de esto. Pero en
esta encíclica Benedicto había comprendido las novedades del tiempo presente; ha comprendido que el éxito de una
sociedad está ligado a la empresa como
institución. Es la razón por la cual hablé
de la responsabilidad civil, porque la palabra civil viene del latín civitas, que significa civilización. Entonces tenemos la
necesidad de los empresarios, no solos
sino junto con otros, en el papel de hacer
progresar la civilización. •