Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 3
Carta del director
Carta del director
Como en el eterno retorno de lo mismo, pareciera que la Argentina y el mun-
do se ven afectados por problemas similares a los del pasado, con crisis recurrentes
de gran profundidad. Por eso empezamos esta edición preguntando qué pasa y la
respuesta que da Francesco Ballarini en la primer nota es una “revolución de bondad”, que es lo que falta. ¿Una utopía? Quizá, pero es lo que siempre ha movido al
mundo en una dirección positiva. El diálogo es el camino, al cual le dedicamos el
primer capítulo de este libro revista, ya el número 10, que ha venido testimoniando el esfuerzo de tantos por generar espacios de encuentro, como los propuestos
por Jorge Luis Borges en “Los conjurados”. Camino que continuará este año con el
“Atrio de los gentiles”, en noviembre, donde seres humanos muy distintos, de diferentes creencias, se reunirán para tratar juntos de responder preguntas claves. Dos
ejes principales serán “Borges y la trascendencia”, y la “Responsabilidad Social”.
Varias notas de esta publicacion, como anticipo del rico diálogo que se concretará,
apuntan a esos temas.
Muchos de esos interrogantes girarán sin duda en torno a cuestiones éticas. Es
lo que se trata de responder en el capítulo 2, sobre la crisis mundial. Resulta muy interesante al respecto la propuesta del economista Stefano Zamagni. Es necesario un
nuevo concepto de “responsabilidad ”, que debería reemplazar al tradicional. O sea
pasar de una estrategia en la que el objetivo es “ayudar a los otros” a otra que señala que eso no es suficiente, que hay que operar sobre las causas que han provocado
la situación. La nueva responsabilidad –como advirtió Zamagni en las cátedras organizadas por el Foro Ecuménico Social en la Argentina, Italia y España- significa
preguntarse si las reglas de juego que existen hoy son buenas o malas, y que si no
son buenas, tenemos la responsabilidad de modificarlas. Es decir, en vez de curar
los efectos, tenemos que curar las causas. Ahí tiene que actuar el conjunto de las organizaciones de la sociedad, los funcionarios y los políticos. Esto implica modificar
instituciones extractivas, que van a tomar los recursos de lo producido para fines no
productivos.
Las acciones y conceptos de Responsabilidad Social siguen vigentes, y en el capítulo 3 son varios los pensadores que dan nuevos enfoques, pero curiosamente, sin
proponérselo, coinciden en aspectos básicos de la responsabilidad ciudadana que deberían llevar a la práctica empresas, ONG y gobiernos.
Esta fue también una idea central debatidaen la VII Campaña de Inserción Laboral de Jóvenes, tema al que dedicamos el cuarto capítulo. Son importantes los tes-
Un nuevo concepto
de “responsabilidad”
debería reemplazar
al tradicional. O sea,
pasar de una
estrategia en la
que el objetivo es
“ayudar a los otros”
a otra que señala que
eso no es suficiente,
que hay que operar
sobre las causas
que han provocado
la situación.
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