Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 100

Responsabilidad Social A continuación haré una breve referencia a cada uno de esos conceptos. Relación madura con los stakeholders Cualquier ciudadano y/o grupo de interés puede analizar a la empresa y emitir una valoración o un juicio de valor, que afectará a su legitimidad social. Por lo tanto, han cambiado los factores de análisis y ha cambiado el perfil del analista. 118• FORO El comportamiento de la empresa es analizado externamente desde múltiples posiciones y visiones, algunas tradicionales y otras completamente nuevas. De esta forma, además de analizar su capacidad financiera, sus resultados, su expansión/internacionalización, su portfolio y su capacidad de innovación, ahora se analizan aspectos como la diversidad y genero, su comportamiento respecto de los derechos humanos, sus principios, valores y su coherencia, su gobernanza, su incidencia en el medio ambiente, su contribución al desarrollo económico y social o la gestión de su cadena de valor, entre otras. Es decir, se analiza el impacto que su actividad empresarial, en un sentido amplio, genera o puede generar en el entorno/mercado en el que opera. Pero también ha cambiado el perfil de quienes miran y analizan a la empresa. Además de los tradicionales como los analistas e inversores y accionistas, están los empleados, los clientes, los socios, las ONG, asociaciones y organizaciones del tercer sector, los ciudadanos, etc. Es decir, cualquier ciudadano y/o grupo de interés puede analizar a la empresa y emitir una valoración o un juicio de valor, que afectará a su legitimidad social Por lo tanto, han cambiado los factores de análisis y ha cambiado el perfil del analista. Los factores de análisis cambian en función de los aspectos económicos, de las preocupaciones sociales y de la agenda pública. El perfil de los analistas (profesionales y aficionados) también, aunque en este sentido, y sin entrar en las diferentes teorías escritas sobre los stakeholders y sus modelos de clasificación, a mi modo de ver, la mayoría coinciden en dos aspectos básicos: a) definirlos como aquellas personas o grupos de personas que se ven afectados o se podrían ver afectados por las operaciones de una organización o empresa y b) que las organizaciones pueden tener muchos tipos de stakeholders, con diferentes niveles de involucración o compromiso con la organización, con intereses similares, diferentes y en conflicto, y con capacidad de influencia diversa. Estos aspectos comunes citados, deberían ser suficientes como para que una empresa identifique y priorice adecuadamente sus grupos de interés en función de su visión y misión, y de sus objetivos empresariales. Además, tiene que tener presente que esta identificación debe realizarse periódicamente, porque los grupos de interés no son algo estático sino vivo y pueden aparecer nuevos stakeholders sobre el terreno de juego que en un momento inicial no se habían considerado. Por otra parte, además de identificar y priorizar de forma continua, también ha cambiado el tipo de relación que demandan. El entorno actual exige tener “relaciones maduras”, superando las actuales relaciones un tanto cosméticas, interesadas y limitadas. Cada stakeholder identificado, tiene identidad propia, expectativas e intereses, niveles de poder y capacidad e influencia, que tenemos que tener en cuenta y gestionar. Lo que implica diálogo, análisis de expectativas e intereses, argumentar y resolver; en esencia, desarrollar “la mejor relación”. La integración de la responsabilidad social en el negocio Tomar el pulso social, conocer las grandes preocupaciones económicas, so-