Revista EntreClases Mayo 2019 | Page 61

María Serrano

Hola. Soy María González y hoy voy a entrevistar a mi abuela, María Serrano.

María Serrano tiene 72 años y vive en Herguijuela, un pueblo de la provincia de Cáceres. Hace 3 años sufrió un derrame cerebral y dice que, seguro, hará cosas que no podrá recordar.

Hola abuela.

Hola nieta.

Si estás preparada comenzamos:

¿A qué colegio fuiste cuando eras pequeña?

Fui a dos, uno hasta los 6 años (la escuela de párvulos) y otro desde los 6 en adelante. En mi época no todo el mundo podía ir al colegio, yo tuve suerte y aunque tuve que dejar de estudiar con 16 años, al menos terminé el bachillerato elemental (aproximadamente la ESO de hoy)

¿Cómo eran y qué hacías en ellos?

El de párvulos era más o menos como las guarderías de ahora. Aprendíamos las letras, los números y cantábamos canciones. En el otro, al que fui de los 6 años en adelante, teníamos clases por la mañana y por la tarde. Por la mañana las clases eran parecidas a las vuestras, matemáticas, lectura, historia… pero por la tarde aprendíamos cosas como costura, urbanidad o cómo llevar la casas. Vamos, nos enseñaban a ser buenas esposas y amas de casa.

¿Cómo eran tus profesores?

Eran profesoras, mi escuela era solo de chicas y solo teníamos a mujeres como maestras. Recuerdo a doña Leonor y a doña Isabel. Supongo que las recuerdo porque eran hermanas y estaban solteras. Además, doña Leonor es difícil de olvidar. Nos pegaba con una regla en la cabeza si respondíamos mal. También recuerdo a la directora, una mujer muy seria, pero que intentó convencer a mi madre para que me dejase seguir estudiando, cosa que no consiguió.

¿Tenías recreo? ¿A qué jugabais?

Sí, teníamos recreo. No recuerdo muy bien cuánto duraba. Jugábamos a la comba, la pelota, la rayuela…

¿Cómo se llamaban tus padres?

Isabel y Diego.

¿Qué recuerdos tienes de ellos en tu infancia?

Mi padre era muy cariñoso. Me ayudaba con las tareas del colegio y me enseño a dibujar y a escribir mis primeras letras. También recuerdo que cuando compró la nevera para el bar, hacía helados que luego repartía entre los niños Yo ya no era tan niña pero me encantaban. Aquellos helados eran natillas o zumos que vertía en las cubiteras, ponía un palillo en cada hueco y a congelar.

Mi madre era más seria y siempre estaba muy ocupada con la casa o con mis hermanas. Pero si tenía un rato, nos enseñaba labores.

NOTA: la hija de la entrevistada, mi madre, tiene los mismos recuerdos de mi bisabuelo pero dice que la bisabuela sí era cariñosa, siempre estaba pendiente de los nietos y les consentía un montón.

¿Cuál era tu relación con ellos?

Mi relación era buena, casi nunca desobedecía y me portaba bastante bien. Era la mayor de tres hermanas, la pequeña era muy pequeña (la llevo 10 años) y la mediana estuvo siempre enferma. Así que creo que no me quedaba otra opción que portarme bien.