Revista EntreClases Mayo 2019 | Page 4

SILBATOS

El 28 de abril son las elecciones generales (el 26 de mayo municipales, autonómicas y europeas). Queda menos de un mes para ese domingo y lo único que veo en las redes sociales, sobre todo en aquellas que utilizan en mayor medida los jóvenes, son pobres mensajes que incitan al odio (porque si no habéis dado cuenta, desde la llegada del populismo todo lo referido a la política se ha convertido en un conflicto demagógico de bandos enfrentados), mensajes que incitan al odio, pérdidas de respeto con tal de exaltar la ideología de uno mismo, conductas que llevan al dogmatismo absoluto, al crecimiento efervescente de los que son fieles a limitarse a lo que escuchan, en lugar de informarse por sus medios. Populismo.

Más que el resultado de las elecciones, me da miedo el carácter que están adoptando la mayor parte de la población y que la incitación al odio haya causado su efecto: el alimento que ha caído en la boca de los que se han pasado la vida con la fauces abiertas bostezando o gritando lo que oían en sus cenas de navidad.

Independientemente de los resultados de las elecciones, creo que lo más importante es recordar que vivimos en una Democracia. Una Democracia que al surgir dio un lugar a los comunistas en la cámara después de haber sido silenciados durante 40 años, una Democracia en la que compartieron cámara Fraga, Carrillo, Felipe González, Suárez, Tierno Galván y Pujol. Una democracia que es un arma de doble filo, pero con la que se consiguió el consenso y el respeto. Y la estáis rompiendo.

La política no es un partido de fútbol en el que tengas que odiar al de lado y celebrar tu victoria insultándole o menospreciándole. La política es la herramienta que tenemos para avanzar en los diferentes campos culturales, educativos y científico-sanitario. Es el instrumento de consenso. No dejéis que os engañen más y abrid los ojos ante el populismo. Espero que una vez que vayan saliendo los resultados de las elecciones (que por primera vez en la vida muchos se asomaran al televisor para ver algo coherente) no se conviertan por las redes sociales en un clásico Madrid-Barça.

La opinión de Laura Suero