CUARESMA
Llegaste como la nieve tardía
sorpresa y caricia para las flores
amarillas de las mimosas. Marzo
es un traicionar constante al cuerpo
que se posa con las manos. Heladas
la mañana y tu reír
sobre mis febriles, lentas, muy lentas,
interrogaciones. Hoy
tu risa viene a quebrarme y partirme
como quiebra el pan ácimo, así
como parte la forma ante los fieles
el cura de uñas sucias de ceniza. Cuarenta
quieres que cuente cuarenta que cuente
tu decirme frío y mi ardiente estar
en la cómoda celda donde un día
nevaste marzo y caricia. Supiste
del nulo valor de mis oraciones.
[ Inédito ]
La temática amorosa se plantea a partir del leitmotiv religioso; más en concreto del periodo de Cuaresma y la Eucaristía. Inevitablemente el texto nos traslada a la poética medieval del SXV, al “amor cortés” y al tópico del “religio amoris”, donde no falta la mujer que, impasible, desoye el sufrimiento del “yo lírico”. Estamos ante un ejemplo de cómo la tradición poética española se pone al servicio de un texto, por otra parte, al que no le falta el toque de modernidad y absoluta originalidad y personalidad creadoras. Ejemplo de artesanía poética trabajada pero escondida tras la aparente sencillez y que genera de este modo, la hondura de sentimiento que recibe el lector.
Comentario completo aquí: Nuria Pizarro Sánchez, profesora de lengua y literatura.