LA MUERTE SE MARCHÓ DE VACACIONES
Hoy la muerte anda muy ocupada
y nos ha abandonado caprichosa
en los brazos oxidantes del tiempo.
Se olvidó que seguimos adelante,
que esto se pudre con sólo mirarlo,
que perdemos el habla para no
tener que pensar y menos decir
algo de este vagar sobre la arena
que cubre más allá de las cinturas.
Hoy la muerte anda tranquila y anda
a sus cosas, junto a los malecones,
dejándose ver, inmisericorde,
como si no se supiera la dueña
del mar que nos devora: la certeza
de su vuelta a decirnos en voz alta:
La sal orina terca sobre el hierro
y le devuelve a la tierra su tuétano.
[ De Muerte por ausencia ]
Este es solo uno de los muchos poemas pertenecientes a la obra de teatro Muerte por Ausencia, escrita por Marino González. Este poema engloba todo el eje central de la obra y es muestra de la fusión entre lírica y dramática que hay en todo el texto. La idea parte de una experiencia personal del autor en la que fue a una residencia de ancianos y se dio cuenta de que todas las persona que allí vivían en realidad no vivían; solo era una existencia sin sentido, triste, apagada, como si la muerte se hubiese olvidado de ellos.
Comentario completo aquí: Marta Romero Oyarzabal (2º BTO)