Revista Elevación. La revista de la EESO N° 418 - Ceres Numero 1- De manera digital - Año 2016 - Ceres | Page 41

Por Franco Monticone

Por la vida pasan muchas personas. A veces, no nos damos cuenta de que las que menos resaltan son las más indispensables.

Hoy, en mi curso, hay un banco vacío, pero todos tenemos el corazón lleno, lleno de vos, amigo.

Hay cosas que me quedé con ganas de decirte, Germán. La mejor manera es por medio de la escritura, inmortalizando mis palabras en una hoja blanca y con lapicera azul.

Es una lástima que te hayas ido sin despedirte, pero me da vergüenza haberte dejado ir sin que supieras lo que te aprecio y lo que te voy a extrañar.

En el curso con tu silencio había risas, hoy sin vos hay silencio. Me tomé el trabajo de recorrer todo Ceres buscando a alguien para que me encuadre una foto tuya. Solo para colgarla en el curso y sentirte más cerca.

La verdad es que me considero una persona bastante atea, a pesar de mis años de cultismo y religión tengo muchas dudas. Pero en momentos como este sólo me queda rezar y velar por tu descanso.

Tengo mucha impotencia, no bronca, sabiendo que ese sábado te crucé tan contento en el boliche y te saludé, vos siempre con tu sonrisa pícara, tal vez escondiendo tus problemas detrás de los dientes… ¿y ahora? Ahora no te tengo más, no te veo más. ¿Quién me va acompañar a ir y volver de Educación Física? ¿Quién va a ocupar tu banco?

Por Milagros Santillán

Con el correr de los años, jamás pensé llegar a conocer a una persona que tenga rasgos tan parecidos a los míos: con gran personalidad, humildad, respeto, cariñoso, y sobre todo, con una gran sonrisa en su cara transmitiendo alegría en todo momento y a TODOS.

Hace dos años atrás te conocí, como conocí a mucha gente nueva ya que me habían separado de mis viejos amigos y/o compañeros de años anteriores. En aquel momento eras un chico tímido, que no se expresaba mucho y por lo general, tu presencia no se destacaba. Eso te había diferente a todos nosotros, y a la vez nos daba curiosidad saber que tanto callabas y porqué no te hacías notar en el curso.

Una mañana calurosa te vi hablando con dos chicos que tampoco eran tan sociales. Sonreíste, comenzaste a jugar con ellos y ahí noté que empezabas a tomar confianza conmigo.