Revista Elevación. La revista de la EESO N° 418 - Ceres Numero 1- De manera digital - Año 2016 - Ceres | Page 21

Habrán estado por llegar a San Guillermo cuando de pronto, el colectivero se detuvo, se bajó sin ningún motivo, mientras llovía, y se paró delante del colectivo con una mirada penetrante como si estuviese poseído por algo maligno, todos se asustaron demasiado y acudieron rápidamente a sus profesoras quienes estaban igualmente impactadas como sus alumnos. Todos los compañeros de Luana junto con sus profesoras se bajaron del colectivo. Uno de los compañeros de Luana la despertó rápidamente por la situación que estaba sucediendo. Luana bajó del colectivo y vio la mirada de éste y no dudó en consultarle al colectivero que le sucedía, este al escuchar lo que dijo levantó su mano y señaló hacia la nada, entre medio de árboles, todos realmente estaban impactados al observar la respuesta, las profesoras temieron que suceda algo lamentable por lo que subieron a todos los alumnos dentro del colectivo, pero una amiga de Luana quiso quedarse y Luana se quedó con ella, las profesoras insistieron que se quedaran dentro del colectivo, pero éstas no hicieron caso. Uno de los profesores caminó hacia ese lugar donde el colectivero había señalado con su mano, él se asomó detrás de un árbol y lo que vio lo dejó boquiabierto, salió corriendo con todas sus fuerzas y cuando llegó grito: “¡todos adentro! “ Luana, su amiga y las profesoras entraron sin dudar y cuando se estableció el orden preguntaron al profe: ¿Qué es lo que usted vio? El aun traumado por la escena, se sentó y contó que le pareció ver a la muerte vestida con un manto rojo y una calavera. Las maestras sorprendidas calmaron a los alumnos aunque fue complicado hacerlo ya que todos estaban asustados, sorprendidos e impactados. El colectivero partía rumbo a Ceres sin ninguna explicación de lo ocurrido, sin embargo, Luana hablaba con sus compañeros y discutían que ésto quizás no se haya acabado. Y como ellos decían sucedió. Luces del colectivo estaban apagadas, pero, de repente, se prendieron y al prenderse apareció de la nada esta figura antes vista por uno de los profesores, es decir “la muerte”. Los que estaban dormidos no se enteraron, los despiertos gritaron hasta quedarse sin voz, Luana gritó y llamo a sus profesoras quienes estaban en la misma situación que sus alumnos despiertos. Nadie sabía qué hacer en ese momento hasta que el colectivero se levantó nuevamente y gritó: ¡basta!