hablar de un tema “sensible”.
Es un problema estructural: la muerte del niño en Turquía y la masacre de los líderes sociales en Colombia tienen más en común de lo que creemos y muchos artistas, solo nos dicen que sí, que se murieron, que qué triste, que no debería pasar. Y ya está. Nos muestran casos aislados que parecen no tener una razón real de peso, sino que son cosas que pasan y ya. Y que hay que evitarlas, pero no las pensamos realmente.
No las vemos, las consumimos, nos lamentamos y las olvidamos.