Revista El Balcón: Cuestión de género V. 4 | Page 17

Ahora que ostenta el poder un dictador más explícito y mas severo se le glorifica al anterior por no maltratarnos tanto, aunque claro, se olvidan de que sí nos maltrató con los “falsos positivos” cuando fue Ministro de Defensa, cuando su palabra sí tuvo poder con su famosa frase “ese tal paro no existe” negando la lucha de miles de campesinos, los cuales, por cierto, fueron golpeados y algunos asesinados por sus fuerzas represivas, se olvidan de como siguió presente y poco a poco fortaleciéndose más el paramilitarismo estos 8 años, tantos olvidos imperdonables que harían una lista larguísima.

Es el momento histórico de salvar de la infamia el concepto de paz que ha sido tan ensuciado y

minimizado, se habla de paz solamente como la firma del acuerdo, como el silencio de ciertos fusiles y el que no acaben ciertas vidas. Este concepto de paz se ha venido construyendo desde el gobierno hegemónicamente, contradicción inmensa que azota al pueblo. Antes del plebiscito que tuvo lugar el 2 de octubre del año 2016 en uno de los talleres con

los niños que hacemos en el Centro Cultural Popular Víctor Jara yo les pregunté a los niños “¿Para ustedes qué es paz?” a lo que respondieron “paz es poder vivir bien”, “paz es no pelear con los amigos en la comunidad”, “paz es que podamos tener lo necesario para vivir, como hospitales cuando uno se enferma, comida, dulces”, “paz sería que mi mamá pudiera estar más tiempo en la casa que trabajando”, “paz es que la gente no se grite ni se trate mal ni se golpee”. Las respuestas de estos niños en Usme me son más sinceras, necesarias y eficaces que la firma de un acuerdo que no se ha cumplido en absoluto, más honestas que la firma de un acuerdo que al contrario de impedir la muerte de las personas dio pie a un genocidio sistemático de los excombatientes, de los defensores de Derechos Humanos y de los líderes sociales.

Y como aquí empezamos hablando del poder de la palabra, me parece más poderoso que la firma del acuerdo un grafiti que hay en Bogotá, en el centro, por la décima, que dice “paz es pan”, porque realmente no habrá paz mientras que las condiciones sociales y económicas que generaron el conflicto no se hayan resuelto, no habrá paz con hambre, no habrá paz siendo el país más desigual de Latinoamérica, no habrá paz mientras no seamos un pueblo libre y soberano, no puede haber paz mientras nos están matando.

Ese 7 de agosto seguimos caminando hasta llegar a la plaza de la Hoja, allí estaba la música, había desde niños hasta adultos mayores, recorría la plaza la fría alegría de estar compartiendo la vida y las luchas.