Revista EESPAÑOL 19 | Page 15

Según Gioconda, palpar el paso del tiempo es duro. “Uno se va en diciembre y vuelve en marzo; la mayoría de los residentes queda allí. Al regresar, uno ve cómo se les vinieron los años encima. Hay muchos olvidados en el hogar, y nos reciben con aplausos cuando comenzamos de nuevo las rutinas”, concluye esta voluntaria, viuda hace 12 años y sin hijos. Esperanza Ruiz suma 39 años en el voluntariado y 12 como parte del directorio. “Lo llevo en lo más profundo de mi corazón. Me ha dado mucho más a mí de lo que yo le he dado al hogar. Nosotras vamos a entretener a los residentes, ya sea jugando lotería o escuchándolos hablar de sus vidas, de sus pueblos, de sus buenos y malos recuerdos. Les hace muy bien poder compartir sus vivencias”, explica esta socia, quien este año está ayudando en kinesiología con los semivalentes. Y haciendo recuerdos, comparte algo la marcó: “Le tomé mucho cariño a un señor, muy culto, con el cual era un agrado conversar. Tenía un hijo, de muy buena situación económica, pero que jamás lo visitaba. Empecé a ir muy seguido a verlo, hablábamos harto; un día me avisaron que estaba muy grave y que llamaron a su hijo. Cuando fui, todavía estaba consciente. Llegó el hijo, pero este señor, agarrado de mi mano, me rogó que no lo dejara entrar, y así se murió”, puntualiza. Otra antigua en el voluntariado es Rosario Melero, Charito, como la llaman sus amigas. Se incorporó en 1984 y va cada martes en la mañana. “Básicamente soy ayudadora, esa es mi tarea. Lo que haya que hacer. Lo que más me toca es llevar a las personas a jugar el bingo, acompañar a los que están postrados, conversarles, darles muestras de cariño y compañía. A veces no pueden hablar y uno les cuenta cosas. Te miran con agradecimiento. Parece tan poco, pero para ellos no lo es. Me siento muy recompensada. Desde chica estuve ligada al Hogar Español, por mi papá, que participó durante años en su directorio. Tengo un sentimiento heredado por la familia. Mientras pueda, iré. Ahora están llegando voluntarias jóvenes a seguir con esta tarea maravillosa y ojalá lleguen más”, señala esta socia, quien por años estuvo en la vicepresidencia del voluntariado.