Revista EESPAÑOL 14 | Page 2

Guillermo Baranda López :

Con el estadio en su corazón

E l historial de Guiillermo Baranda López en el Estadio Español es largo y contundente ; mucho se le debe a este descendiente de burgaleses . Pero él le resta importancia al asunto , no se cree el cuento , se define como “ un hombre tranquilo , alejado de los discursos ”, y recuerda su paso por las dependencias de Nevería como “ buenos tiempos ”.

Hoy , a los 87 años , ya retirado , hace una mirada retrospectiva a su vida , a su paso por el Directorio de la institución y a otras tantas horas dedicadas a la Sociedad Anónima .
Cuenta que nació en Santiago , el 7 de agosto de 1929 , en calle Matucana , muy cerca de la Quinta Normal . En 1918 se había venido a Chile su padre , desde Colina de Losa , quien más tarde participó en la fundación del estadio . “ Hasta ahí todos los deportes funcionaban en el Santa Laura … Después , en el estadio , tuve el número de socio 200 … Ayudé en la creación de la bolera burgalesa , que con los años dejó de usarse , porque es un deporte muy rudo ; no había muñeca que soportara esa bola tan pesada . Esos terrenos se le cedieron al golf ; ahora está la cancha , pero permanece un recuerdo ahí de Patricio Rámila , el primer presidente de la bolera burgalesa ”, señala .
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Muchos años trabajó en el Directorio y otros tantos como presidente de la Sociedad Anónima .

Arquitecto de la Universidad Católica de Valparaíso , Guillermo Baranda vivió en la Quinta Región un par de años , donde nacieron sus primeros hijos . Sumó diez al familión que formó junto a Teresa Ferrán , de origen catalán . “ Mi suegra decía que éramos unos inconscientes ”, puntualiza sonriendo . Hoy , entre ellos , tiene una nutrida variedad de profesiones : arquitecto , abogado , sicólogo , pedagogos , ingeniero , administrador de propiedades , un jesuita y una religiosa del Sagrado Corazón de Jesús , que actualmente vive en Roma . Se suman a ellos , “ como veintiocho nietos y dos bisnietos ”.
En su calendario , Baranda ostenta 24 años en el Directorio general : 15 como director y 9 como vicepresidente . Ingresó con Javier Ubach , como presidente , y Victoriano de las Heras , en el rol de vicepresidente ; “ quisiera que los nombraras ”, precisa .
En 1996 se le concedió la categoría de Socio Benefactor , diploma que luce en un rincón de su escritorio , cuyas paredes están repletas de libros y recuerdos . Durante trece años ( 2001- 2014 ) se mantuvo en la presidencia de la Sociedad Anónima Estadio Español .
En estas casi cuatro décadas ligadas a cargos directivos , no son pocas las obras que tiene a su haber . Sin embargo , hay algunas “ regalonas ”, en su calidad de arquitecto , como la habilitación de los camarines de la piscina principal . “ Eso era una ruina , creamos los circuitos , que en esa época era una novedad , y se abrió la puerta que sale a la Alameda . Eran tiempos de fuertes limitaciones presupuestarias . Modificamos el entorno de la piscina , pusimos rejas , demolimos el trampolín gigante , que era un peligro . También participé en la remodelación del frontón largo y en la creación de dos canchas de rácquetbol , más los camarines de esa área y el gimnasio de las pesas . Mi participación siempre estuvo ligada a lo deportivo ”.
Y como legado de su período en la Sociedad Anónima , luchó con gran ahínco – y no fue fácil- porque el club deportivo fuera el verdadero dueño del estadio . “ Todos los socios debían tener parte . En esto conté con la colaboración de Juan Ignacio Maiza , entonces presidente del Estadio Español ; con él se concretó mi anhelo ”, concluye Guillermo Baranda , quien reconoce que ya no va muy seguido al estadio , “ porque me encuentro con pocas caras conocidas ”. Pero el cariño por ese rincón hispano , que caló profundo en su vida , y el amor por la camiseta de la Unión Española , permanecen intactos .