Revista Educación Especial 5 | Page 32

El Rol Docente

Como docentes debemos tener la capacidad de abordar a cualquier tipo de alumno con o sin discapacidad, recordando que un docente encargado de enseñar una determinada ciencia o arte, debe poseer habilidades pedagógicas para ser agentes efectivos del proceso de aprendizaje. Más allá de esto, si se observa a un niño con diferencias o ciertas dificultades para el aprendizaje, corresponde al docente requerir a los servicios de un especialista psicopedagógico para que lo ayude a diagnosticar y a planear métodos apropiados para aquellos niños que presenten necesidades especiales. Todo esto para poder involucrar al niño con diversidad o discapacidad en la planificación a través de adaptaciones curriculares, en donde el alumno tendrá la capacidad de abordar y desarrollar los mismos objetivos que se plasman en la planificación normal, pero a través de diferentes estrategias adaptadas a sus necesidades y habilidades, recordando así que gracias a la inclusión de estos niños y niñas en aulas regulares logramos que los mismos se comuniquen, socialicen y se desarrollen en un entorno social activo.

De la misma manera, es importante recordar el significado real del término “educar”, el cual se conoce como aquella actividad que consiste en transmitir determinados conocimientos y padrones de comportamiento con el fin de garantizar la continuidad de la cultura de la sociedad. Habiendo dicho esto, El docente, hoy en día no lo debe considerar solamente como un transmisor de conocimientos, donde el alumno es el receptor que reproduce lo aprendido. Por el contrario, el docente actual debe transformar dicho concepto siendo él un orientador, fomentando y promoviendo una educación activa y participativa, donde las necesidades particulares de los alumnos se toman en cuenta, y donde el docente sirva como facilitador, guía y acompañante del estudiante durante su proceso de aprendizaje.