Sin embargo, durante de su estancia tanto en la escuela como en su núcleo familiar, no existe comprensión ante la situación de Ishaam, ya que hay desconocimiento de la dificultad que el niño enfrenta, el cual es un problema de lenguaje escrito “dislexia” que fue descubierto por su profesor de artes plásticas (Nikumbh), quien es el único que se interesa por Ishaam.
Nikumbh decide llevar a cabo diversas estrategias a fin de que el niño logre salir adelante en sus estudios, así como también trabajar en su área emocional ya que durante un largo periodo fue aminorada de diversas formas por lo cual el rol ejercido por este docente es esencial para lograr un cambio significativo en la vida de Ishaam.
A lo largo de la película se evidencian una serie de actitudes que permiten reflexionar acerca del rol de los educadores y de la familia en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Se presentan personajes como la profesora de inglés de la primera escuela, o el rol de los docentes del internado, donde la forma de expresarse y de relacionarse con el niño es irrespetuosa, denigrante, se le trata como un objeto, al que todos quieren quitarse de encima, sacarlo del salón de clase y no tomar la responsabilidad de su rol como docentes lo cual es evidentemente poco ético en cuanto al desempeño profesional.
La película está cargada tanto de escenas que representan el bien como otras que por su parte representan el mal de forma muy definida, resultando clara y contrastante la participación de los personajes, tanto de los docentes tradicionales como la del docente Nikumbh que demuestra una vocación y una práctica profesional de mayor apego e identificación con su labor, y que se traduce en el reconocimiento de la importancia de su papel en la sociedad, en la formación de niños y niñas.
En la producción se muestran diversos elementos que inciden en los salones de clase, donde los docentes no asumen con vocación su práctica profesional, donde muchas veces se critica al sistema educativo y en la experiencia diaria los profesionales a cargo no asumen un rol protagónico con miras a cambios sustanciales y productivos.