REVISTA DIRECCIÓN DE PROYECTOS PMI PANAMÁ FEBRERO 2017 | Page 29

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Desde el punto de vista personal uno debería realizar una evaluación primaria del cambio y ver cómo va a afectar dicho cambio en nosotros. Una parte importante es decidir si el cambio representa una amenaza o no. Se podría hacer un análisis para identificar los riesgos y oportunidades que dichos cambios provocan en nosotros. También puede ser útil llevar a cabo un análisis de impacto para identificar las consecuencias positivas y negativas del cambio que estamos enfrentando. Es muy importante tener toda la información necesaria respecto de los cambios para entenderlos y tener en cuenta que no todo cambio es malo. Lo único cierto es que son inevitables.

Siguiendo en el plano personal, una cosa importante después de haber determinado cómo el cambio puede afectarnos, es analizar cómo podemos controlarlo. Esto es, qué podemos hacer en dicha situación, qué habilidades propias nos pueden ayudar a navegar este cambio y si es necesario algún entrenamiento adicional. La actitud debería ser siempre pro-activa y solicitar toda la información necesaria para poder manejarnos mejor y más confortables. Considere además la posibilidad de ser un “agente de cambio”, es decir una persona que es un activo promotor y brinda soporte al cambio. Este tipo de comportamientos son los que se buscan en una organización que está planificando un cambio.

La Curva del Cambio

El hecho concreto es que una organización no cambia simplemente porque quiere implementar un nuevo sistema, proceso o estructura organizacional. La verdad es que solo consigue cambiar, cuando la gente que la integra, acepta y se adapta al cambio también. Solamente cuando la gente en la organización hace su propia transición hacia el cambio, la organización puede beneficiarse con el mismo.

Para conseguir una aceleración del cambio y asegurar su éxito, el desafío no es solo tener los sistemas, procesos y estructuras correctas, sino además ayudar y brindar soporte a la gente a lo largo de la transición. Cuanto más fácil se le hace a la gente transitar este camino, más pronto la organización se beneficiará.

Una popular y poderosa herramienta es la “Curva del Cambio”, utilizada para entender las distintas fases en que la gente se encuentra durante esa transición al cambio. Ayuda a entender cómo la gente reacciona frente al cambio, de manera que la organización pueda brindar también toda la ayuda y el soporte necesario a las personas en el camino del cambio.

El modelo más simplificado de la Curva del Cambio describe 4 etapas que la mayoría de la gente atraviesa para adaptarse al cambio (ver figura 1).

En la primera fase, cuando se introduce un cambio, la reacción inicial de la gente es negarlo dado que está desafiando el statu quo. Cuando la realidad del cambio está golpeando, la gente a reaccionar negativamente y se mueve a la segunda fase de la curva. Se teme al impacto del cambio, se muestran ansiosos, temerosos y comienza una resistencia y protesta frente al cambio. En esta fase la reacción final de la gente se diversifica, dado que algunos, como mencionamos en el capítulo anterior comienzan a hacer el proceso de cambio personal y otros lo niegan sistemáticamente.