REVISTA DIRECCIÓN DE PROYECTOS PMI PANAMÁ DICIEMBRE 2016 | Page 48

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Es decir, que cuando algo impactaba la atención mundial, las máquinas generaban más 1 que 0, como una respuesta a los millones de personas pensando en lo mismo al mismo tiempo. Desde luego, no hay manera de demostrar que las máquinas estaban reaccionando a un enfoque concertado de la atención mundial.

Supongo que las elecciones de EEUU habrán causado algún impacto en las susodichas máquinas y que los unos estarán en este momento de fiesta. Bromas aparte, el Dr. Radín quiso repetir el experimento, pero ahora con personas y en un ambiente más controlado y medible. Solicitó a un grupo de personas que, en presencia de una de estas

máquinas, se pusiesen a pensar sostenidamente y tal cual

pudieran en el número 1.

En la primera parte del experimento, las personas estaban concentrándose en el 1 de manera individual y los resultados eran medidos de la misma forma, individualmente. También solicitó a individuos expertos y asiduos a la meditación que hicieran lo mismo, pensar sostenidamente en el 1 al lado de la máquina.

Los resultados sorprendieron a cuanto psicólogo estaba involucrado en el experimento. Los individuos que acostumbraban a meditar diariamente fueron capaces de alterar las leyes de la probabilística, generando más 1 de lo que dichas leyes hubieran permitido, mientras que los individuos “normales”, no meditadores, no mostraron señal alguna de impacto en la generación de los números.

Hoy en día se sabe que las personas que meditan frecuentemente son capaces de mantener un pensamiento sostenido acerca de algo concreto hasta por un periodo desde 17” hasta 1 minuto, mientras que un individuo normal no puede mantener la atención sostenida sobre algo concreto más de un par de segundos. Tal vez esto pudiese explicar, de nuevo empíricamente, el resultado del ejercicio.