REVISTA DIRECCIÓN DE PROYECTOS PMI PANAMÁ DICIEMBRE 2016 | Page 35

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El concepto es análogo a la gestión de una cartera financiera en que la búsqueda de valor es constantemente equilibrada con los riesgos y costos. La cartera se gestiona como una cartera financiera: inversiones estratégicas de mayor riesgo (acciones de alto crecimiento) están equilibradas con inversiones más conservadoras (fondos en efectivo), y la mezcla se controla constantemente para evaluar qué proyectos están en camino, cuales necesitan ayuda, y cuales debería ser cancelados.

Generalmente, todas las empresas poseen un portafolio o conjunto de distintos proyectos de inversión. El acto de comprometer recursos económicos para desarrollar oportunidades productivas, es decir, para realizar la producción de un bien o la prestación de un servicio, se le denomina inversión y; al proceso de asignar dichos recursos entre las diferentes alternativas de uso de los mismos, se le denomina toma de decisiones de inversión. El comprometer recursos económicos en un negocio o proyecto implica un costo de oportunidad para la empresa, puesto que esos mismos recursos podrían ser consumidos o podrían ser utilizados para desarrollar oportunidades productivas alternativas.

La gestión del Portafolio o Cartera alinea cada uno de sus componentes (proyectos, programas, inversiones) con la estrategia de la organización, para optimizar sus objetivos, establecer dependencias, necesidad de recursos, costos, plazos, beneficios y riesgos, lo cual permite a las organizaciones tener una visión global de cómo los objetivos estratégicos se refleja en dicha cartera.

Al llevar a cabo de forma continua la alineación estratégica de la cartera, su optimización y el análisis de impacto en el negocio, las organizaciones pueden lograr transiciones exitosas dentro de la cartera, y una gestión de la inversión efectiva obteniendo lo que se denomina la “realización del beneficio del negocio”.

El PMI en su publicación “The Standard for Portfolio Mangement” (3ra edición), describe las buenas prácticas generalmente reconocidas para la implementación y gestión de Carteras en todo tipo de organización. Si bien su alcance es la cartera de proyectos y programas de toda una organización, sus principios pueden ser utilizados en la creación de un simple Portafolio para un departamento como TI. El Estándar del PMI define al Portafolio como “una colección de componentes de programas, proyectos u operaciones gestionados como un grupo para lograr objetivos estratégicos. Los componentes de la cartera no necesariamente pueden ser interdependientes o tienen objetivos relacionados. Los componentes de la cartera son cuantificables, es decir, que se pueden medir, clasificar y priorizar”.

La Gestión de la Cartera o Portafolio implica que algún órgano de gobierno pueda tomar decisiones que controlen o influyan en los componentes de la cartera, utilizando por ejemplo los procesos, herramientas y técnicas descritas en dicha norma para identificar, seleccionar, priorizar, gobernar, asignar recursos, monitorear y reportar las contribuciones de los componentes de la cartera, y su alineación con respecto a los objetivos organizacionales. La gestión de la cartera balancea demandas conflictivas entre programas y proyectos, asigna recursos en base a las prioridades de la organización y su capacidad, y gestiona con el fin de lograr los beneficios identificados.

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