enseñar cómo estamos bien y cómo podemos
estar mejor.
El proceso suele ser a mediano o largo plazo, pe-
ro el beneficio es permanente y mejor aún el im-
pacto podría llegar más allá de la empresa, del
proyecto constructivo, del personal directo e in-
directo. Así la ventaja competitiva en la inversión
de valores en la empresa se vuelve parte de una
mejora continua.
¿Qué esperamos de un líder en la
construcción en estos tiempos de crisis?
En el afán por ganar la carrera al éxito, muchos
líderes pierden el sentido de lo que alguna vez
fue su verdadero impulso y se concentran en ga-
nar a toda costa. ¿Qué quieren ganar? Quizás
quieren ganar poder, dinero, demostrar algo o
simplemente rebasar una meta. ¿Cuáles son los
precios que van a pagar? Esa es la pregunta más
importante de un líder, porque en la carrera será
consciente del costo de llegar a la meta y si ver-
daderamente lo vale, algunas veces no enten-
demos los tiempos y solo avanzamos por avanzar
no creyendo en el fruto del mañana, sacrificamos
lo irremplazable y llegamos a la cima con un tre-
mendo vacío.
El líder que inspira una visión poderosa, es capaz
de avanzar cuidado lo irremplazable e inspirando
a decenas o miles a construir un sueño, que aun
cuando sea propio, podría convertirse en colec-
tivo; porque todo aquel que mira a un hombre o
una mujer romper sus barreras y rebasar sus cir-
cunstancias termina por unirse a lo que considera
es más grande que sus circunstancias.
Y justamente estos líderes están impulsando un
nuevo esquema en el mundo y en este caso, en
el giro de la construcción, logrando proyectos de
calidad con una visión integral y una proyección
responsable, están preocupados por el medio
ambiente, por la seguridad social, por los riesgos,
las consecuencias y las afectaciones macro y
micro. Generando un esquema de valores y un
ejemplo de cómo se deben de hacer las cosas
y cómo no se debe lucrar con el bienestar de la
gente, principalmente en proyectos guberna-
mentales, pero también en proyectos privados
que pasan de ser ambiciosos a codiciosos.
Cuando como líder eres y representas lo que de-
claras y trabajas en convertir los valores y la visión
en un mejor resultado, generas en toda tu estruc-
tura la mística necesaria para que todos se con-
duzcan, procuren y cuiden los pilares sobre los
que se construye el ideal. Por eso la importancia
de invertir en un aprendizaje organizacional de la
práctica de la ética y los valores para convertirlos
en una ventaja competitiva en todas las ramifi-
caciones de la empresa constructora. Los líderes
de este siglo no solo están elaborando grandes
proyectos, también están conscientes de que
su aportación puede abonar a un futuro más
prometedor y a mejores condiciones para las si-
guientes generaciones.