Revista Casapalabras N° 36 Casapalabras N° 36 | Page 92

anaquel Gabriela Ruiz Agila L a Casa de la Cultura Ecua- toriana presenta, en su co- lección Antítesis, la obra Panorama del ensayo en el Ecuador, de Rodrigo Pesántez Rodas (Azo- gues, 1937). En 1996 recibió la condecoración internacional José Vasconcelos que reconoció su labor como investigador y crítico litera- rio, así como catedrático y autor. Cincuenta años de producción lite- raria hacen indispensable la voz de Pesántez a la hora de estudiar con amplitud la historia de la literatura ecuatoriana. ntre sus ensayos destacan: Visión y revisión de la lite- ratura ecuatoriana (México, 2010); Modernismo y postmodernis- mo en la poesía del Ecuador (2006); Ocho poetas tanáticas del Ecuador (México, 2005); Del vanguardismo hasta el 50 (1999);  Antología de la poesía cósmica del Ecuador (México, 1996); En el umbral del modernis- mo (1977);  Siete poetas del Ecuador (1970). El autor aclara que el libro no es un estudio sino una aproximación; la propuesta cumple con los crite- rios de presentación cronológica de los autores, la contextualización de sus obras, y la relación con sus con- temporáneos. Según Pesántez, «hay graves distorsiones de la realidad, contradicciones, omisiones y hasta fantasías» que afectan el trabajo de ensayistas en el país, por lo que se E 90 hace necesario retomar y rectificar la investigación para continuar con el ejercicio de reflexión acerca de la literatura hecha en Ecuador. Pesántez define al ensayo como «una vena abierta a cuantos lati- dos de expresividad interpretativa y contenidos se puedan sentir». El ensayo en Ecuador —explica— se inicia en el período colonial con Gaspar de Villarroel hasta el lega- do de Eugenio Espejo y en la era republicana registra su cambio con la pluma de Vicente Solano, Juan León Mera, Federico González Suárez y Juan Montalvo. ‘Períodos y no metodología generacional’ es la estrategia que configura la obser- vación de 100 autores. Para Pesántez, el primer pe- ríodo fecundo de nuestro ensayo como género literario se da a par- tir del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX, caracterizado por la sincronización unánime de viven- cias, pensamiento crítico, y un len- guaje de alta resonancia estilística. Así tenemos a José Peralta, Luis Monsalve, Agustín Cueva, Bolívar Echeverría y Enrique Ayala Mora construyendo la conciencia históri- ca; Marietta de Veintemilla, Gon- zalo Zaldumbide, Aurelio Espi- nosa Pólit, Remigio Crespo Toral, Isaac J. Barrera, Gonzalo Escudero, Jorge Carrera Andrade, César Dá- vila Andrade y Benjamín Carrión dándonos patria desde la cultura, y en particular desde la literatura con compromiso político, Alfredo Pa- reja Diezcanseco, Ángel. F. Rojas, José de la Cuadra y Raúl Andrade. En nuestros días, Pesántez re- seña los aportes de Miguel Dono- so Pareja, Víctor Manuel Rendón, Alejandro Moreano, Fernando Tinajero, Jorge Núñez, Mario Campaña, Raúl Serrano Sánchez, Vicente Robalino, Iván Carvajal, Abdón Ubidia, Raúl Vallejo, Hugo Alemán, Cristóbal Zapata, Alicia Ortega, María Rosa Crespo, Ra- miro Oviedo, Leonardo Valencia, Ángel Emilio Hidalgo y Siomara España. Si como apunta Pesántez: «Estudios sistematizados sobre el ensayo casi no existen», la línea de investigación sobre temas y autores adeuda indagación más que anto- logías o mera recopilación en la observación de sus fronteras con el periodismo, filosofía, política y do- cencia. Hacia el final del libro, el lec- tor podrá disfrutar de fragmentos de cartas, fotografías, prensa, que muestran la cercanía entre el propio Pesántez y otros autores, en espe- cial con Hernán Rodríguez Caste- lo, destacado ensayista y crítico li- terario, con quien dialogó sobre sus intereses en común y el avance en sus obras en términos de mutua ad- miración y reconocimiento. Estos son recuerdos de 81 años de vida dedicados a la literatura.