Revista Casapalabras N° 36 Casapalabras N° 36 | Page 44

42 Ninguna puerta tiene el nombre de Penélope Entendimiento del mundo a través del amor Siempre habrá en nuestras vidas una hermosa mujer cuyo destino no habría de juntarse con el nuestro una inocente mujer que tomó nuestro corazón en su mano lo acarició y echó a volar como una paloma (pero las palomas no son golondrinas las amorosas palomas no son pájaros libres) una bella mujer que eligió su camino a veces /oh cruel Dios/ paralelo a nuestras vidas pero por un instante /sólo por un instante/ nos mordió los labios con dientes de eternidad. Ojalá no tengamos que pagar el precio de su cercanía de un fortuito encuentro que corrompa el aire del cerrado paraíso del recuerdo ya casi devorado por el olvido reconstruido a nuestro sabor y riesgo. Adiós novia perdida /bello perfil cabeza neblinosa/ El nombre de Penélope quería decir «No vuelvas». No es el norte magnético tampoco el puro azar o la victoria siempre del más fuerte mas sí una conmoción que podría matarnos un remolino que nos mete en su vórtice como una hermosa flor caníbal que destruye a los que se resisten pero para los más los débiles los otros es el deslumbramiento la droga poderosa el ácido lisérgico los hongos alucinantes de los chamanes capaces de hacernos avizorar el tiempo que habríamos podido vivir de ser más puros pero cuyos efectos por desgracia pasan demasiado pronto no alcanzan la duración de una vida. Nadie se lo merece no otorga privilegio haber llegado antes haber sufrido más uncirse en eslabones solidarios.