instalando la agresión como posibilidad comunicativa de la colectividad,
como si este contexto social privilegiara la iniciativa individual de “un arte
de castigar al otro” (Foucault 2008: 297).
Es pertinente destacar las concepciones que la investigadora Magda Sepúlveda
señala en su libro Ciudad Quiltra. Poesía chilena (1973-2013), al considerar
que “el ciudadano construido por la dictadura militar implicó una tachadura
sobre las identidades latinoamericanas” (2013: 50), pues en ese ejercicio de
tachadura se produce en la anulación de iniciativa por construirse persona
desde la colectividad, siendo modelado por el ideal de sujetx promovido
desde el estado. Se debe considerar, además, que los diseños urbanos en los
que se gestiona el avance de la sociedad y quienes la componen, instalan la
lógica del cemento por su rigidez e irreflexibilidad. De esta manera “los nuevos edificios de ventanas espejos y el Paseo Ahumanda, fueron la metáfora
utilizada para connotar la nueva construcción del ciudadano, como aquel que
desea mirarse en una superficie lisa y sin profundidad” (Rabanal 2014: 168).
La propuesta artística de Fractura sitúa una sociedad sujetx que transita
por el entramado urbano de la cotidianidad en una dinámica permanente
por ingresar y proyectar discursos con los cuales integrar experiencias que
permitan la constitución de la identidad, una identidad fluida en el entendido
de que cada aventura diaria aporta a la construcción del yo, entregando la
oportunidad para desarrollar una concepción crítica de la participación ciudadana. En este sentido, es importante mencionar que “cada territorio (cada
posición territorial) es una noción, una imagen y un régimen de sentido para
pensar el mundo nuevo” (Ludmer 2010: 122), por lo tanto la evidencia de la
crisis por los roles y ejercicio institucional de la justicia promueve el ingreso
a las dinámicas socioculturales desde una óptica diferente, divergente y disidente, entregando especial relevancia al contexto urbano.
CIUDAD SUJETX
En esta constelación resquebrajada
estancada,
la ciudad amarilla reproduce
cruces y símbolos del pasado
queriendo vomitar justicia.
Daniela Sol
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El lugar donde se construye el poema es la ciudad, una ciudad escenario-perfomance en que lxs sujetxs se interrelacionan desde un rol invariable en que