32
el agua como combustible, pero las petroleras lo ocultan porque no les
conviene económicamente. Hay que escapar de esta enferma Babylon.
Jah nos bendice, Jah nos invita a volver en el campo. Algún día me
iré a Chuspa, me haré un rastafari auténtico, me dedicaré a sembrar
mi conuco con puro amor por la Tierra que engendra y da vida. Haré
música desde la Tierra, para ella, solo con mi guitarra.
La primera vez que esnifé fue en casa de Maximiliano. Estaba tan
borracha que no me podía mantener de pie. Fui a recostarme en uno
de los sillones de la sala. Desperté cuando alguien preguntó tarjeta
de crédito y otro respondió billete. Vi 4 hermosas líneas blancas,
perfectamente simétricas, f lotando sobre el cristal de la mesa. Todo
ha venido acelerándose desde esa noche. Como este carro que baja
rabiosamente por la autopista.
Respira hondo. Un pase. Otro pase.
Mi papá y mi mamá se preocupan. Ay pero qué le habrá pasado a ella.
Tan bella, tan inteligente, tan sensible.
Si lo contradecía o le preguntaba si había tomado anfetaminas otra
vez, me gritaba. Después de un tiempo empezó a pegarme en público.
Me llamaba borrega del sistema, me tiraba al suelo, me daba patadas.
¿Será que me limo el tabique?
El día de los 7 gramos para celebrar la publicación de su primer epé
rastafari, le entró una paranoia loca. Decía que se había tripeado la
vaina por fin, que me tenía pillada, que yo lo estaba espiando para
las compañías discográ