Revista Calderón Revista 2017-18 | Page 30

La liberación Ese preciso instante sintió tantas emociones contenidas dentro de ella que tuvieron que salir, miedo mucho miedo pero también valentía, nervios muchos nervios pero también calma, y sobretodo libertad, tanta que abrumaba su corazón. Todo pasaba tan rápido y tan lento que era incapaz de centrarse en algo concreto, su cuerpo corría sin saber a donde dirigirse pero a la vez si, sentía que no pesaba nada como si fuese una pluma, eso hacía la adrenalina. La noche era preciosa, a pesar de la contaminación se veían algunas estrellas, a pesar de todo, se sentía mejor que nunca, parecía que la temperatura era ideal aun sabiendo que estaba en pleno invierno. La gente estaba en la calle, pleno centro de Madrid un sábado noche, gente borracha otros bailando, personas simplemente paseando, nadie se fijaba en ella. Los que lo hacían eran para decirle esos piropos innecesarios, ella estaba tan cansada que ya ni se molestaba en contestarles. Por fin llegó a ese portal, donde sabía que era como un hogar, poco mas tarde de llamar al timbre y abrir la puerta, bajó corriendo su mejor compañera de vida y la abrazó fuerte, porque no necesitaban palabras para saber lo que había ocurrido. La venda Carolina se encontraba frente a un día como otro cualquiera, se levantaba después de posponer la alarma cinco minutos más, ducharse para despejarse, y su desayuno especial de jueves, unas buenas tostadas. Se dirigía a su facultad, como todas las semanas Jesús esperaba en el portal porque se preocupaba mucho por ella, coger la Renfe con toda esa gente, una travesía muy peligrosa. Jesús como todos los días se quejaba de que no respondía sus mensajes nada más despertarse, se quejaba de como iba maquillada e insistía en que no le gustaba que fuese con esas amigas suyas y ese amigo maricón. Car- olina siempre le decía que no dijese esas cosas, pero no quería hacerlo enfadar, al final siempre acababa callando porque estaba claro que esas cosas eran su culpa. Llevaban algo mas de un año juntos, era su primera relación y aunque sabía que no todas las cosas estaban bien, no quería echar a perder algo tan largo, y además Jesús siem- pre estaba ahí. A ella le molestaba cuando sus amigas le decían que no era una buena persona y que acabaría mal, él se preocupaba mucho por ella, y cuando hablaba Jesús tenía tanta razón, sabía que solo se cabreaba por su bien. 30