ISMA - Instituto Superior Marista A-730
tierra, que facilite el nacimiento de una nueva época para el
carisma marista.
Supone disposición a movernos, a desprendernos, a asumir
un itinerario de conversión tanto personal como institucional
en los próximos ocho años.
Hacemos este camino con María, guía y compañera.
Su fe y disponibilidad a Dios nos alientan a realizar esta
peregrinación.
La “nueva tierra” de una auténtica renovación del Instituto
nos pide un verdadero cambio de corazón.
El Espíritu de este XXI Capítulo, el horizonte del Bicentenario
y una mayor conciencia de nuestra internacionalidad nos
urgen a:
a) Una vida consagrada nueva, arraigada firmemente en el
Evangelio, que promueva un nuevo modo de ser hermano.
Durante este Capítulo, el Espíritu nos ha interpelado a
acoger la novedad de “nuestro ser de hermano”. Invitados
a retomar la originalidad del nombre que Marcelino nos dio:
“Hermanitos de María”.
•Hermanos, hijos de un mismo Padre, llamados por Dios
a vivir el don total de nuestras vidas por medio de la
consagración religiosa y centrando nuestra vida en Cristo.
Cada hermano es el primer responsable de su itinerario de
conversión.
•Hermanos entre los hermanos, signos del Reino, en la
sencillez de vida, en el compartir de vida y de fe, en una
oración renovada y en el perdón mutuo. Comunidad de
hermanos visible y abierta, inspirados en el e