Revista Aula Magna | Page 9

ISMA - Instituto Superior Marista A-730 Aula Magna Nº 15 “mercado o por presiones de otro tipo”…, pierde su identidad: Frente a este peligro, siguiendo hace falta tener siempre presente el fin de la educación, “que es la formación de la persona a fin de capacitarla para vivir con plenitud y aportar su contribución al bien de la comunidad”. Ante la “emergencia educativa” hace falta, subraya el Papa, ayudar a los niños, adolescentes y jóvenes “a encontrarse con Cristo y a entablar con Él una relación duradera y profunda. Sin embargo, precisamente este es el desafío decisivo para el futuro de la fe, de la Iglesia y del cristianismo, y por tanto es una prioridad esencial de nuestro trabajo pastoral y educativo: acercar a Cristo y al Padre a la nueva generación, que vive en un mundo en gran parte alejado de Dios”. Si nuestro objetivo es el profesor como profesional de una determinada tarea y la educación, desde el respeto más absoluto, sea lo que sea lo que ese profesor vote el día de las elecciones, y sea lo que sea lo que vote yo, que por cierto he llegado a vicepresidenta sin que nadie me lo haya preguntado nunca, desde ese respeto nuestro trabajo es su tarea, su labor docente, eso nos permite reivindicar, sea cual sea el signo político, lo que nos parece que es justo. Nosotros consideramos que hay un gravísimo error cuando un sindicato se convierte en voz de un partido político y además haber caído en esta deformación de lo que es un sindicato nos perjudica a todos porque se nos mete a todos en el mismo saco y nos hace daño. P. Claro, a la hora de salir a la calle con algún tipo de reivindicación, es complicado que no se politice la gente. R- Nosotros lo que nos tomamos en serio es ser la voz de los profesores, evidentemente de los profesores que nos eligen pero también de todos los demás, si una reivindicación nos parece justa. Esto algunas veces es difícil de mantener porque es tan fácil politizar, estamos en una sociedad con un pensamiento tan elemental tan de buenos y malos, tan en blanco y negro, esto perjudica al profesor. P. Es una situación de la sociedad complicada porque yo estoy convencido de que la mayoría de los ciudadanos tienen muchas escalas de grises y de colores en su pensamiento y sin embargo lo que vemos y nosotros, desde los medios que también tenemos la responsabilidad, lo que planteamos es una dialéctica blanco y negro, en temas relacionados con la iglesia que es nuestro tema más específico, pero en la política es absolutamente claro. La visión del Papa nos orienta definitivamente ¿Porqué el Papa Benedicto XVI habla de “emergencia educativa”? Hace unos meses “rastreando-navegando” por Internet topé con una carta que el Papa Benedicto XVI envió a un Congreso de Educadores Católicos que se celebraba en Roma. La carta lleva fecha del 29 de Mayo de 2009. En dicha carta el Papa Benedicto XVI afrontó algunos temas básicos de la escuela católica y su futuro, situándolos dentro del contexto del relativismo actual que dificulta la transmisión de “valores fundamentales de la existencia” y que llevó Papa a hablar de una auténtica “emergencia educativa”. Benedicto XVI formulaba, entonces, esta pregunta: “¿Desde la educación cómo proponer a los más jóvenes y transmitir de generación en generación algo válido y cierto, reglas de vida, un auténtico sentido y objetivos convincentes para la existencia humana, sea como personas sea como comunidades?” No damos una respuesta correcta a esa pregunta, seguía escribiendo el Papa, si la educación queda reducida “a la transmisión de determinadas habilidades o capacidades de hacer, mientras se busca satisfacer el deseo de felicidad de las nuevas generaciones colmándolas de objetos de consumo y de gratificaciones efímeras”. Si una escuela católica abdica de sus principios fundamentales, por razones de Si queremos ser coherentes con la fe y con un proyecto educativo cristiano, hemos de comprender y afirmar que la escuela católica no puede renunciar a sus principios de fondo por hacerse más atractiva o “competitiva” si esto lo colocamos como elementos “prioritarios y casi exclusivos”. No podemos hacer que la sal “se nos vuelva sosa”. Una escuela católica, que asumiese idearios y métodos contrarios a los principios básicos de la fe ,sería un contrasentido e incluso un fraude hacia las familias que desean una buena formación cristiana de sus hijos, y hacia toda la Iglesia, que confía en las escuelas católicas como auténticas promotoras de cultura imbuida de Evangelio. Benedicto XVI concretaba aún más esta idea: “este acompañamiento debe llevar a palpar que nuestra fe no es algo del pasado, sino que puede vivirse hoy, y que viviéndola encontramos realmente nuestro bien. Así, a los muchachos y los jóvenes se les puede ayudar a librarse de prejuicios generalizados y a darse cuenta de que el modo cristiano de vivir es realizable y razonable, más aún, el más razonable, con mucho”. (Carta del 29 de Mayo de 2009). Ello no implica dejar de lado la necesaria atención a temas económicos y profesionales c