ISMA - Instituto Superior Marista A-730
Aula Magna Nº 15
CONCLUSIÓN
Edgar Morin usó recientemente la imagen de la metamorfosis para
describir su propia posición y compromiso: “hay que comenzar de
nuevo. De hecho, todo ha comenzado, pero sin que nos hayamos dado
cuenta. Estamos en los comienzos, modestos, invisibles, marginales,
dispersos.
Las sociedades donde están insertas nuestras obras, especialmente en
América Latina, están muy polarizadas y nos encontramos con grandes
distancias entre las clases sociales.
A menudo digo que un buen indicador de las diferencias sociales de un
país es la altura de las vallas protectoras de las casas y propiedades. A
mayor altura, más diferencia social.Es evidente la falta de encuentro
entre las personas, el miedo al pobre o al que es diferente, la ausencia
de diálogo. En ese contexto, ¿no les parece profética la llamada del
Capítulo a ser personas de escucha, diálogo, acogida, respeto…?
Sin embargo, la tendencia espontánea parece llevarnos a reproducir
en el seno de nuestras provincias e instituciones, las divisiones sociales
que existen en la sociedad. Hemos generado separación entre los que
se hacen presentes entre las clases acomodadas y aquellos que se
hacen presentes entre los más pobres.
A menudo no hemos contribuido a superar esta división social sino
que, más bien, la hemos reproducido entre nosotros. En lugar de ser
profetas de unidad y reivindicar este profetismo, nos hemos limitado a
reproducir el esquema social existente.
Como Institución Marista tenemos el privilegio de estar presentes
entre las distintas franjas sociales. Sí, dije privilegio, porque creo que
así es. Aunque tiene que poder verse claramente en todas nuestras
obras –y comunidades– nuestra preferencia por los niños y jóvenes
que quedan en los márgenes de la sociedad, estamos realmente
presentes ya, de hecho, entre las distintas clases sociales. ¿Por qué no
usar esa presencia para facilitar el diálogo y el encuentro, para romper
barreras en el seno de nuestras sociedades?
4. DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS
Pues ya existe, en todos los continentes, una efervescencia creativa,
una multitud de iniciativas locales en el sentido de la regeneración
económica, social, política, cognitiva, educativa, étnica o de reforma
de la vida. Estas iniciativas no se conocen unas a otras; ninguna
Administración las enumera, ningún partido se da por enterado. Pero
son el vivero del futuro”.12
Este proceso de metamorfosis, afirma Edgar Morin, “significa que
el objetivo ya no es fundamentalmente el desarrollo de los bienes
materiales, la eficacia, la rentabilidad y lo calculable, sino el retorno de
cada uno a sus necesidades interiores, el gran regreso a la vida interior
y a la primacía de la comprensión del prójimo, el amor y la amistad”.
¿No es ésta una propuesta maravillosa a la que todos podemos
apuntarnos?.
Extractos de la ponencia del H. Emili Turú (superior general FMS) a la
Instituciones Maristas de Educación Superior. Porto Alegre (Brasil), 7
de octubre de 2010.
12. EDGAR MORIN, Elogio de la metamorfosis, El País (31-8-2010).
2.- OBJETIVOS DEL CONSEJO GENERAL
2009-2017
1. Favorecer el desarrollo del “rostro mariano” de la Iglesia, que se
haga cercana a los jóvenes y a las necesidades del mundo de hoy,
desde la vivencia de una profunda espiritualidad.
2. Promover en el Instituto un estilo de liderazgo participativo de
manera que cada miembro pueda ejercer la autoridad que le viene de
su rol, al servicio de la misión del Instituto.
Lo que empezó como una decisión del Consejo general fue corroborado
por los hermanos y laicos reunidos en Mendes, quienes, en su
documento final proponen trabajar “en defensa y promoción de los
derechos de los niños”.8
Y ésta ha sido, de manera muy clara, una opción del XXI Capítulo
general: “Nos sentimos impulsados a actuar con urgencia para
encontrar estilos nuevos y creativos de educar, evangelizar, defender
los derechos de los niños y jóvenes pobres, mostrándonos solidarios
con ellos”.9
“Acordémonos de María y José huyendo rápidamente a Egipto para
proteger al niño Jesús. Esta imagen nos inspira a convertirnos en
expertos y defensores de los derechos de los niños y jóvenes de manera
valiente y profética en los foros públicos. Nos sentimos impulsados a
desafiar las políticas sociales, económicas, culturales y religiosas que
oprimen a los niños y jóvenes”.10
Entre sus propuestas de acción consta la de “promover los derechos
de los niños y jóvenes desde todos los ámbitos de nuestro Instituto,
defendiendo estos derechos ante los gobiernos, organizaciones no
gubernamentales y otras instituciones públicas”.11
8. ASAMBLEA INTERNACIONAL DE LA MISIÓN, Mendes, 2007. Un corazón una
misión. FMS Mensaje 38, p. 85.
9. INSTITUTO DE LOS HERMANOS MARISTAS.