ISMA - Instituto Superior Marista A-730
Aula Magna Nº 15
4) Sentido de los demás, la disponibilidad marista:
¿No se dice del Beato Champagnat que, desde su más tierna infancia,
estaba siempre listo a complacer a cualquiera? Esta disponibilidad es
contagiosa para los laicos cautivados por el ideal marista y es ésta una
de nuestras grandes fuerzas en este mundo en el que muchos exigen
la remuneración inmediata del esfuerzo antes de iniciar cualquier
actividad.
A imagen de las comunidades de los Hermanos, nos incumbe tener
el mismo espíritu de familia en el seno de nuestras comunidades
pedagógicas: mantengámonos unidos; no podemos crecer en el campo
de la educación sin espíritu de equipo lo que supone un espíritu de
colaboración, de tolerancia, ya que toda agrupación humana supone
tensiones internas.
5) Por fin, es bueno recordar las finalidades que el Padre
Champagnat asignaba a su obra.
La doble función de nuestras comunidades de Hermanos :
a. Enseñar, incluso cuando la transmisión del conocimiento pertenece
en primer lugar a los laicos; lo importante es, como hemos visto, que
ellos tienen un sello marista.
b. Educar consiste en:
- saber vivir,
- saber ser cristiano.
Inculcar el saber vivir, como lo decía San Agustín, es una flor de la
caridad cristiana.
Inculcar el saber ser cristiano. A este nivel, se presentan un gran
número de problemas.
Todo esto para indicar que la importancia del ejemplo de los religiosos
reclama como complemento nuestro propio ejemplo de laicos: la
seducción de los jóvenes por Jesucristo pasa por la autenticidad de los
testimonios de los adultos: ¿somos conscientes?
Unos días antes de la muerte del Beato Champagnat, el
Hermano Francisco le dijo :
“Padre, si le perdemos, espero que, separados corporalmente, usted
quedará con nosotros con su corazón y su espíritu, y que continuará
siendo nuestro Padre”.
Él contesto: “Si tengo algún crédito junto a Dios y la Santa Virgen,
haría todo a su favor. Ustedes tienen muchos problemas, pero tengan
confianza: Dios estará con Ustedes ya que hacen su obra. Con su ayuda,
ustedes vencerán todos los obstáculos posibles.
Hermanos, no olviden nunca, ustedes tienen a la Santa Virgen que es
el recurso ordinario de la Congregación. Su protección no les faltará
nunca”.
(Únitas 1985, n. 58, p. 4-12) (Fraipont, Director del Instituto SainJoseph Sain-Hubert)
Para que a ningún niño le falte un “San Marcelino” que le ofrezca sus
hombros robustos, para darle satisfacción y seguridad.
Tú me elevas
Cuando estoy hundido,
y mi alma está cansada,
cuando llegan las preocupaciones
y mi corazón está agobiado,
entonces todavía estoy aquí
y espero en el silencio
hasta que tú vienes
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