Revista Aula Magna | Page 24

ISMA - Instituto Superior Marista A-730 Aula Magna Experiencia Pedagógica Misionera 2007 un repaso de lo vivido, a la luz de la fe, para que no alcancen las palabras con las que expresar la felicidad que encierra lo vivido. Es muy significativo poder corroborar que todo el Evangelio no es pura letra, sino, más bien, un camino práctico y sencillo que conduce a la persona a ese encuentro con el Dios de la Vida; un camino mistagógico, en el cual una experiencia «única» deja una huella indeleble para toda la vida, no tanto por la manera en que ocurren, sino por causa de la grandeza de las realidades espirituales que se revelan ante nuestros ojos. Paola y Verónica compartiendo con la gente de Navicha CHARLAMOS, CHARLAMOS…¡ Y ERA EL PASTOR! Tierra, polvo, algún arbusto, alguna cabra, y el camino polvoriento que nos lleva a no sabemos dónde. Hacemos un trecho y a la izquierda vemos un rancho. Nos acercamos, saludamos, tomamos unos mates y charlamos, charlamos… con un señor atento, conocedor de la Biblia. No lo podíamos creer: era el pastor evangélico del lugar. ¿Habrá quedado algo de lo que dijimos? Oscar García Profesor en el Colegio marista Macnab Bernal Nos esperan con los brazos abiertos y aunque dicen que les damos mucho es mucho más lo que ellos nos dan ¡Gracias!  Testimonio desde los parajes Mancapa y Puente Negro Experiencia de unidad y fraternidad Durante este año hemos experimentado un largo, pero a su vez, hermoso y comprometido camino de crecimiento y formación en la fe, gracias a la propuesta pedagógica-misionera organizada por los Hermanos Maristas. En lo que respecta a mi experiencia personal, «no puedo callar lo que he visto y oído». Vi en una semana cómo un grupo de personas casi desconocidas entre sí, conformábamos sin darnos cuenta una pequeña y hermosa comunidad cristiana de fe, y los que nos observaban podían decir: «miren cómo se aman». Con el paso del tiempo uno puede corroborar que los milagros existen y que Dios es el artífice de ellos. Basta sólo el hecho de hacer 18 Esta experiencia, con todas las actividades de la comunidad misionera que tuve el privilegio de integrar (Puente Negro Mancapa), me permitió comprobar que el ¡Maranatah! que exclamaban los primeros cristianos es vivo y real para nuestros días, porque «El Señor esta aquí» en medio de la asamblea orante. Si de algo estamos seguros como cristianos es que debemos dar testimonio, y éste tiene su eje central en el regalo maravilloso que Dios nos hizo al abrirnos la casa de nuestros hermanos en la fe, los evangelistas de Puente Negro. Una experiencia inigualable, en la que nosotros aprendimos muchísimo sobre lo que es ser cristiano, golpeamos la puerta y nos abrieron, hemos hablado y nos han escuchado, nos mostramos como somos y no nos juzgaron, es por ello que nosotros estamos aquí dando testimonio de lo hermoso que es que los hermanos «sean uno en el Padre», para despertar, si es necesario, hasta de las piedras esta fe. La fuerza objetiva de la frase «Jesús es el Señor» reside en el hecho de que ella se hace presente en la historia, y podemos afirmar que de hecho, Jesucristo, el Hijo del Dios vivo, se hace presente en cada gesto de humildad y compasión que tengamos para con nosotros mismos y nuestros hermanos. En esa tarde de encuentro lo único que prevaleció fue el tan amado Kerigma, la Palabra por excelencia, esta Palabra que nos revela un camino que ha sido el que ha entreabierto el horizonte de Dios a