Revista Aula Magna | Page 22

ISMA - Instituto Superior Marista A-730 Aula Magna Experiencia Pedagógica Misionera 2007 Testimonio desde el paraje La Costa 1ª Escuela Nº 442 Me siento feliz de la experiencia vivida Miedo, ansiedad y ganas… estos tres sentimientos rondaron en mí, desde el día en que elegí participar de la misión hasta el domingo 19 de agosto (día en que, a las 4.30 de la madrugada, llegó el colectivo a Icaño). Allí ya se encontraba una parte del grupo misionero que había llegado el día anterior para organizar y llevar a las escuelas las cosas que ya habíamos enviado en los días previos. A las 9.00 hs de ese día domingo se celebró la misa en la iglesia del pueblito (Icaño), que lleva el nombre de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la cual se dio comienzo oficial a la Misión 2007 (que para todos nosotros ya había comenzado en el mes de mayo, con las primeras reuniones de organización). Cuando terminó la misa cada grupo de misioneros se fue al paraje asignado. Fui destinada al paraje La Costa 1ª, donde se encuentra la Escuela Nº 442. Nuestra comunidad misionera (color naranja) estaba integrada por nueve (9) personas: Ana María, María del Carmen, Felicitas, Daniela, Romina, Denise, Gabriel, Matías y quien escribe, María Inés. Como trajimos todo organizado, nos distribuimos muy bien las tareas. Ana María (coordinadora del grupo) daba clases de educación física; Matías y Gabriel se ocupaban de las clases de catequesis; Romina era la maestra de 2º a 7º grado; Daniela y Felicitas estaban en 1º grado; Denise y María del Carmen realizaban actividades plásticas con los nenes de toda la escuela; mientras que yo estaba en el Jardín de Infantes haciendo mis prácticas, observadas por María del Carmen. El mismo domingo que llegamos al paraje se festejaba el día del niño. Ese fue el primer contacto que tuvimos con la gente del lugar. Todos estaban muy alegres por la llegada de los misioneros. Por las mañanas los chicos asistían a la escuela y nosotros les dábamos las clases. Algunos días, por la tarde, algunos misioneros realizaban talleres de actividades plásticas y recreativas con los chicos, y otros salían a misionar visitando las casas. Era muy lindo y gratificante llegar a esos hogares donde te recibían con mucho cariño y alegría, se apuraban a buscar sillas, preparar el mate y ofrecernos tortilla. Se interesaban mucho en lo que les contábamos y se sentían muy cómodos al momento de relatarnos cosas de sus vidas. El día miércoles se hizo presente en el paraje el grupo misionero de salud, que estaba trabajando especialmente en la sala de 16 primeros auxilios San Marcelino, en el paraje La Costa 2ª. Atendieron a toda la gente de la comunidad que se acercó. Las madres también se acercaban a la escuela durante la tarde. Se mostraban muy emprendedoras, les gustaba ayudar y aceptaban rápidamente las propuestas que les hacíamos. Tejían y buscaban la manera de recaudar fondos para terminar la construcción del salón de capacitación que el grupo misionero está construyendo al frente a la escuela. El viernes por la mañana hicimos una pequeña procesión con los chicos hasta ese salón, llevando la imagen de la Virgen. Después de haber pasado estos días en el paraje La Costa 1ª, me siento feliz de la experiencia vivida. Sólo me falta agradecerle al Hno. Horacio por darnos la posibilidad de participar en esta experiencia, y a mi comunidad misionera por hacer que día a día el miedo y la ansiedad desaparecieran. He quedado con muchas ganas de volver a ir a la misión del año que viene. María Inés Saladino 2º Año de la carrera de Nivel Inicial - Lugano