Revista Aula Magna | Page 19

Instituto Superior Marista (A-730) Aula Magna - Nº 10 que compartimos junto a ellos aprendimos a quererlos. También aprendimos muchas cosas del ambiente rural que desconocíamos completamente. Realmente fue una experiencia inolvidable que me ayudó a crecer como persona, a conocer otra realidad, otra forma de vida, otras costumbres y aprendí muchos valores. Detrás de cada alumno se escondía una historia, muchas veces muy sufrida, que de a poco pudimos ir conociendo. Los alumnos eran muy respetuosos, cariñosos y agradecidos. Se mostraban interesados con las propuestas que nosotras les llevamos. La asistencia a las clases era irregular ya que allí los niños tienen otras obligaciones hogareñas como, por ejemplo, cuidar los animales (ovejas, cabras y vacas) o ayudar a sus padres en el campo. Finalmente quiero agradecerle al Hermano Horacio Bustos la animación y organización de esta misión pedagógica, y a todos los alumnos y docentes del Colegio marista de Lugano que colaboraron con tantas donaciones de ropa, calzado, material didáctico, juguetes, golosinas, etc. Por la tarde realizábamos las visitas a las familias de la zona. Generalmente tratábamos de ir a las casas de nuestros alumnos para poder conocerlos un poquito más a ellos y su realidad. Allí pudimos comprobar el esfuerzo que algunos alumnos realizan para poder concurrir a las escuelas ya que viven muy lejos. Ellos van caminando o utilizan medios tales como el caballo o el sulky, realizando en algunos casos muchos kilómetros de camino. Nuevamente, MUCHAS GRACIAS por haberme invitado!!!!! Las viviendas son muy precarias. No todas están construidas de material. Algunas son de adobe, sin luz eléct ɥ