ISMA - Instituto Superior Marista A-730
sorprendentes”11. Llegar a ser referentes en temas educativos y
maristas. He ahí mi primer sueño.
¿Es muy ambicioso? Aunque el ranking ARWU, con el que empecé
este apartado, quede muy lejos de nuestras realidades, hay una
enseñanza que sí podemos aprender de su experiencia. Según ellos,
las universidades que llegan más alto son las que se unen para trabajar
con otras, como es el caso de la universidad de Manchester12. A
nosotros corresponde sacar las conclusiones pertinentes.
2. Expertos en evangelización de los niños y jóvenes, y en educación
solidaria
El hermano Seán Sammon, en su Circular de convocatoria del XXI
Capítulo general, planteó a los maristas un reto interesante: “Llegar
a convertirnos en los expertos de la Iglesia por lo que se refiere a la
evangelización de los niños y jóvenes pobres, donde quiera que se
hallen”13.
¿Dónde estamos como Instituto en relación a este reto?
En el informe del hermano Superior general y su Consejo al XXI
Capítulo general acerca de cómo se había dinamizado y vivido en
el Instituto la llamada del anterior Capítulo sobre la misión y la
solidaridad, se afirma que “la llamada es absolutamente clara en su
objetivo y no deja mucho lugar para las interpretaciones: Avanzar… en
la cercanía a los niños y jóvenes más pobres y excluidos”. No obstante,
la percepción recogida por los autores del informe es que “se dan entre
los hermanos ‘profundas diferencias de opinión’ sobre esta cuestión”.
La llamada pretendía unir y no dividir, “aunar fuerzas más que para
gastarlas en discusiones estériles; todos estamos llamados a ‘avanzar…
en la cercanía a los niños y jóvenes más pobres y excluidos, aunque
no todos estamos llamados a hacerlo de la misma forma”, pues “no
hay más que una sola misión, que se manifiesta a través de rostros y
formas diferentes”14.
Los autores del informe reconocen que “se han dado avances
significativos en el Instituto, en primer lugar a través de una
progresiva identificación de hermanos y laicos con esa llamada,
independientemente del lugar donde desarrollen su misión marista.
Pero también se ha avanzado gracias a la creación de nuevas
presencias al servicio de esos niños y jóvenes, así como a través del
trabajo llevado a cabo en el seno de nuestras actuales instituciones:
educación para la solidaridad, tanto teórica como práctica; mayor
apertura en las admisiones a los centros, dando preferencia a los más
necesitados; atención cuidada a alumnos con necesidades educativas
especiales, etc.”15.
En el mismo informe se reconoce que “se han hecho esfuerzos
notables para identificar nuestras obras educativas como centros de
evangelización para los niños y jóvenes: dedicación de personas y
medios a nivel provincial; establecimientos de equipos de pastoral en
los centros; creación de materiales propios para la formación religiosa,
celebraciones, retiros; evaluación de los centros siguiendo criterios de
11.SAMMON, Seán. Dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar - La vida
apostólica marista hoy, p. 29.
12. La Vanguardia de Barcelona, 11 de septiembre de 2010.
13. SAMMON, Seán. Convocatoria al XXI Capítulo general de los Hermanitos de María, fundados por Marcelino Champagnat, p. 36
14 Informe del hermano Superior general y su Consejo al XXI Capítulo
general (2009), p. 56-59
15 Informe del hermano Superior general y su Consejo al XXI Capítulo
general (2009), p. 56-59
Aula Magna Nº 14
evangelización establecidos previamente; promoción de la pastoral
juvenil, etc. Lamentablemente, todavía existen algunos lugares donde
cuesta imaginar que la evangelización sea la prioridad y el corazón de
nuestras obras educativas”16.
Finalmente, en la parte conclusiva del informe se afirma que “al
destacar los avances hechos tanto en favor de la evangelización de los
jóvenes como por una educación solidaria, consideramos que ambos
aspectos, esenciales en nuestra misión, son retos permanentes que
debieran vivirse como prioritarios en todas nuestras obras”17.
Una de las descripciones más completas de lo que la Iglesia
entiende por evangelización es, sin duda, la que hizo Pablo VI en su
exhortación apostólica una vez concluido el Sínodo de los obispos
sobre la evangelización y que ha sido recogida textualmente en la Ex
Corde Eclesiae (Constitución Apostólica del Papa Juan Pablo II sobre
las Universidades Católicas). “Para la Iglesia no se trata solamente
de predicar el Evangelio en zonas geográficas cada vez más vastas o
poblaciones cada vez más numerosas, sino de alcanzar y transformar
con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores
determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las
fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están
en contraste con la Palabra de Dios y con el designio de salvación”18. La
propuesta es especialmente significativa para los ámbitos universitarios
comprometidos en la evangelización.
Por eso mismo, “la pastoral en la educación superior no es un mero
servicio de apoyo, sino la actividad a través de la que la institución
declara de modo explícito su identidad”19. Tiene, pues, que ocupar un
lugar destacado en el corazón de nuestras IES, ya que es la actividad
que ofrece a los miembros de la propia comunidad la ocasión de
armonizar las actividades académicas y paraacadémicas con los
principios religiosos y morales, de modo que se integren la vida, la
cultura y la fe.
Como nos recordaba la Conferencia de Aparecida, “es necesaria una
pastoral universitaria que acompañe la vida y el caminar de todos los
miembros de la comunidad universitaria, promoviendo un encuentro
personal y comprometido con Jesucristo y múltiples iniciativas
solidarias y misioneras”20. Creo que hay una invitación muy seria a
profundizar en lo que significa evangelizar en el contexto universitario,
y también aquí la colaboración de unas instituciones con otras puede
ayudarnos a hacer más luz.
Hay otro aspecto en el que creo que las IES podrían ayudar al Instituto
marista. Se trata de la Pastoral Juvenil Marista (PJM). “En más de B