ISMA - Instituto Superior Marista A-730
Aula Magna Nº 18
Carta del
maristas
Superior
General
2017
un nuevo comienzo
Dentro del judaísmo existe una corriente mística llamada jasidismo, cuyos miembros
se pasan unos a otros historias sobre sus líderes, sobre lo que han visto y oído
como testigos privilegiados. Según ellos, los vocablos usados para describir esas
experiencias son algo más que palabras; transmiten a las siguientes generaciones
con tal realismo lo que ocurrió, que esas mismas palabras se convierten en
acontecimientos. Por ejemplo, si se explica un milagro, éste adquiere nuevo poder; la
fuerza que se activó en aquel momento, vuelve a propagarse a través de las palabras
vivas y continúa activa incluso después de muchas generaciones.
Un rabino, cuyo abuelo fue discípulo de Baal Shem, fundador del jasidismo,
fue invitado a contar un relato. Una historia – dijo - hay que narrarla de tal
manera que sea una ayuda en sí misma. Y explicó: Mi abuelo era cojo. Una vez
le rogaron que relatara una historia sobre su maestro, y él describió cómo el
santo Baal Shem acostumbraba a saltar y bailar mientras oraba. Mi abuelo se
puso de pie – continuó - y, transportado por sus propias palabras, comenzó a
brincar y a danzar como lo hacía su maestro. Y desde ese instante curó para
siempre de su cojera. ¡Así es como hay que narrar las historias!
Cada generación
de maristas ha
dado lo mejor de
sí para mantener
viva la llama
del carisma de
Champagnat...
Sus relatos
y sus vidas
ardientes
contagiaron
a otros, que
a su vez
transmitieron
a la siguiente
generación…
Hasta el día de hoy, cada generación de maristas ha dado lo mejor de sí para
mantener viva la llama del carisma de Champagnat, don para la Iglesia y para el
mundo. Nos han legado un patrimonio hecho de valores, de espíritu, de formas de
vida, de tradición. Nos han entregado una historia, nuestra propia historia, el relato de
las cosas que vivieron y que les marcaron a fuego el corazón. Sus relatos y sus vidas
ardientes contagiaron a otros, que a su vez transmitieron a la siguiente generación…
Un buen ejemplo de ello es la siguiente historia jasídica.
El rabino de Rizhyn dijo: un día que el santo Baal Shem Tov quería salvar la vida
de un muchacho enfermo a quien apreciaba mucho, mandó hacer una candela
de cera virgen, la llevó al bosque, la puso en un árbol y la encendió; luego recitó
una larga oración. La candela ardió durante toda la noche. Al amanecer, el
muchacho estaba curado.
Cuando mi abuelo el Gran Maggid, discípulo de Baal Shem, quiso obtener una
curación similar, había olvidado el significado secreto de las palabras en las que
tenía que concentrarse. Entonces, hizo lo mismo que había hecho su maestro, e
invocó su nombre. Y sus esfuerzos tuvieron éxito.
También nosotros
podríamos
hablar de tres
grandes
generaciones,
cada una
correspondiente a
un siglo de nuestra
historia.
Cuando el rabino Moshe Leib, discípulo de un discípulo del Gran Maggid, quiso
obtener otra curación parecida, dijo: ‘Nosotros no tenemos siquiera el poder
para hacer lo mismo que hicieron ellos. Pero relataré la historia de cómo se hizo,
y Dios ayudará’. Y, de nuevo, sus esfuerzos se vieron recompensados.
Pensando en la historia contada por el rabino Rizhyn a propósito de tres
generaciones distintas, se me ocurre hacer un paralelismo con el Instituto marista;
también nosotros podríamos hablar de tres grandes generaciones, cada una
correspondiente a un siglo de nuestra historia.
2
am18.indd 9
9
16/12/2014 22:25:41