Revista Aula Magna Diciembre 2013 | Page 31

ISMA - Instituto Superior Marista A-730 Aula Magna Nº 17 9.- PROYECTOS- PROFESORADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA 9.1.- ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS NATURALES EN EL PROFESORADO DEL ISMA ENSEÑAR A ENSEÑAR CIENCIAS • Prof. Dr. Jorge A. Ra•o - Miembro de la Academia Nacional de Educación. Profesor en el Ins•tuto Superior Marista. La formación inicial de los docentes está hoy atravesada por todos los cambios que se dan en la sociedad y en el mismo sistema educa•vo. Por la sociedad circulan todo •po de saberes. Sin embargo, podríamos decir que el conocimiento cien•fico adquiere una relevancia especial para todos aquellos que se forman para ejercer la docencia. Tener acceso a ese conjunto de saberes, avalados y validados por una metodología probada y al mismo •empo dinámica, nos brinda la posibilidad de “pensar” en una forma más racional, lógica y crí•ca. Distribuir el conocimiento cien•fico desde una concepción humanista de la ciencia así como las habilidades para aprenderlo y enseñarlo es un tema central en la formación de los futuros docentes. Por otra parte, los resultados obtenidos por nuestros alumnos de 15 años en las pruebas PISA, publicados en diciembre del 2013, con retrocesos en la comprensión lectora y en matemá•ca y una leve mejoría en ciencia, ponen en uno de los centros del debate la formación profesional docente. Creemos que la calidad educa•va del país depende en parte de la formación inicial de sus educadores, de su mo•vación y de su capacitación, actualización y perfeccionamiento permanente. En esta presentación, no pretendemos ser ni exhaus•vos ni limita•vos, pero si nos referimos al campo de la enseñanza de la Ciencia, en cuanto a la preparación de los profesores, consideramos que se debería poner el acento en los siguientes aspectos: Un primer aspecto a considerar es el conocimiento y la comprensión de los contenidos específicos de la Ciencia: leyes, principios, teorías, generalizaciones, terminología, convenciones, para adquirir competencias pedagógicas y didác•cas. Sin duda es importante conocer y comprender los contenidos de la Ciencia pero también es necesario un adecuado dominio de los procesos cogni•vos, de los principios básicos del aprendizaje significa•vo en Ciencia y de los procesos de apropiación del conocimiento. Esto implica comprender el enfoque y los fundamentos epistemológicos para la enseñanza de las Ciencias Naturales; enseñar a nuestros alumnos del profesorado a enseñar Ciencia para que puedan actuar eficaz y eficientemente en el proceso de alfabe•zación cien•fica de sus futuros alumnos del nivel primario. Comprender que la ciencia escolar es una versión elaborada del conocimiento cien•fico para su aprendizaje en el ámbito escolar a par•r de los saberes previos de los alumnos, tratando de acercarlos a la comprensión de modelos y teorías cien•ficas. El conocimiento y la compresión de los conceptos cien•ficos implican el respeto a un orden natural dado, como base del orden moral y social para el bien común. Esto significa: conocer, comprender y respetar el orden de la naturaleza y la jerarquía de los seres vivos. Este planteo nos da la posibilidad de presentar al hombre como ser inteligente, en la cúspide de la realidad natural. Un mundo natural en el que el hombre aparece como síntesis de la realidad y custodio responsable de la realización de su propia vida y del mundo del cual forma parte. Un segundo aspecto a considerar en la formación inicial de los docentes es el desarrollo de valores y ac•tudes relacionadas con el quehacer cien•fico y educa•vo, desde el punto de vista personal, socio-comunitario, del conocimiento cien•fico y tecnológico, de la comunicación y la expresión, del pensamiento é•co reflexivo para la convivencia pacífica, mediante el uso del intelecto y la libertad con responsabilidad. La renovación cultural requiere cada vez más, un mayor acceso al conocimiento cien•fico con una clara visión antropológica y un enfoque centrado en la formación integral de la persona. La necesaria e imprescindible formación pedagógicodidác•ca, la actualización de contenidos y los criterios para planificar, orientar y evaluar no pueden dejar de lado aspectos vinculados con la formación antropológica, la concepción é•ca de la Ciencia, el compromiso moral, la empa•a comunicacional, la autoes•ma, el análisis crí•co y reflexivo sobre las propias prác•cas que deben realizar los estudiantes del profesorado, la relación entre la teoría y la prác•ca. Se trata de acompañar la información y las estrategias metodológicas con contenidos axiológicos para la toma de decisiones racionales y razonables, el reconocimiento y valoración de un orden natural, la reflexión sobre las producciones y el proceso aplicado, el cuidado y la preservación del ambiente y de la vida. Finalmente, debemos señalar la importancia de la aplicación de estrategias metodológicas, procedimientos, técnicas, recursos y ac•vidades. Esto implica incluir en las planificaciones del profesorado competencias vinculadas con el diseño de inves•gaciones escolares; con la formulación de preguntas y explicaciones provisorias; con la selección, la recolección y la organización de contenidos; con 31