ISMA - Instituto Superior Marista A-730
Aula Magna Nº 17
9.- PROYECTOS- PROFESORADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
9.1.- ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS NATURALES EN EL PROFESORADO DEL ISMA
ENSEÑAR A ENSEÑAR CIENCIAS
• Prof. Dr. Jorge A. Ra•o - Miembro de la Academia Nacional de Educación.
Profesor en el Ins•tuto Superior Marista.
La formación inicial de los docentes está hoy atravesada por todos los cambios
que se dan en la sociedad y en el mismo sistema educa•vo. Por la sociedad
circulan todo •po de saberes. Sin embargo, podríamos decir que el conocimiento
cien•fico adquiere una relevancia especial para todos aquellos que se forman
para ejercer la docencia. Tener acceso a ese conjunto de saberes, avalados y
validados por una metodología
probada y al mismo •empo dinámica,
nos brinda la posibilidad de “pensar” en una forma más racional, lógica y
crí•ca. Distribuir el conocimiento cien•fico desde una concepción humanista
de la ciencia así como las habilidades para aprenderlo y enseñarlo es un tema
central en la formación de los futuros docentes.
Por otra parte, los resultados obtenidos por nuestros alumnos de 15 años
en las pruebas PISA, publicados en diciembre del 2013, con retrocesos en la comprensión lectora y en matemá•ca y una leve
mejoría en ciencia, ponen en uno de los centros del debate la formación profesional docente. Creemos que la calidad educa•va
del país depende en parte de la formación inicial de sus educadores, de su mo•vación y de su capacitación, actualización y
perfeccionamiento permanente.
En esta presentación, no pretendemos ser ni exhaus•vos ni limita•vos, pero si nos referimos al campo de la enseñanza de la
Ciencia, en cuanto a la preparación de los profesores, consideramos que se debería poner el acento en los siguientes aspectos:
Un primer aspecto a considerar es el conocimiento y la comprensión de los contenidos específicos de la Ciencia: leyes, principios,
teorías, generalizaciones, terminología, convenciones, para adquirir competencias pedagógicas y didác•cas. Sin duda es importante
conocer y comprender los contenidos de la Ciencia pero también es necesario un adecuado dominio de los procesos cogni•vos,
de los principios básicos del aprendizaje significa•vo en Ciencia y de los procesos de apropiación del conocimiento. Esto implica
comprender el enfoque y los fundamentos epistemológicos para la enseñanza de las Ciencias Naturales; enseñar a nuestros alumnos
del profesorado a enseñar Ciencia para que puedan actuar eficaz y eficientemente en el proceso de alfabe•zación cien•fica de
sus futuros alumnos del nivel primario. Comprender que la ciencia escolar es una versión elaborada del conocimiento cien•fico
para su aprendizaje en el ámbito escolar a par•r de los saberes previos de los alumnos, tratando de acercarlos a la comprensión
de modelos y teorías cien•ficas. El conocimiento y la compresión de los conceptos cien•ficos implican el respeto a un orden
natural dado, como base del orden moral y social para el bien común. Esto significa: conocer, comprender y respetar el orden de
la naturaleza y la jerarquía de los seres vivos. Este planteo nos da la posibilidad de presentar al hombre como ser inteligente, en la
cúspide de la realidad natural. Un mundo natural en el que el hombre aparece como síntesis de la realidad y custodio responsable
de la realización de su propia vida y del mundo del cual forma parte.
Un segundo aspecto a considerar en la formación inicial de los docentes es el desarrollo de valores y ac•tudes relacionadas con el
quehacer cien•fico y educa•vo, desde el punto de vista personal, socio-comunitario, del conocimiento cien•fico y tecnológico, de la
comunicación y la expresión, del pensamiento é•co reflexivo para la convivencia pacífica, mediante el uso del intelecto y la libertad
con responsabilidad. La renovación cultural requiere cada vez más, un mayor acceso al conocimiento cien•fico con una clara visión
antropológica y un enfoque centrado en la formación integral de la persona. La necesaria e imprescindible formación pedagógicodidác•ca, la actualización de contenidos y los criterios para planificar, orientar y evaluar no pueden dejar de lado aspectos
vinculados con la formación antropológica, la concepción é•ca de la Ciencia, el compromiso moral, la empa•a comunicacional,
la autoes•ma, el análisis crí•co y reflexivo sobre las
propias prác•cas que deben realizar los estudiantes
del profesorado, la relación entre la teoría y la
prác•ca. Se trata de acompañar la información y las
estrategias metodológicas con contenidos axiológicos
para la toma de decisiones racionales y razonables, el
reconocimiento y valoración de un orden natural, la
reflexión sobre las producciones y el proceso aplicado,
el cuidado y la preservación del ambiente y de la vida.
Finalmente, debemos señalar la importancia
de la aplicación de estrategias metodológicas,
procedimientos, técnicas, recursos y ac•vidades.
Esto implica incluir en las planificaciones del
profesorado competencias vinculadas con el diseño
de inves•gaciones escolares; con la formulación de
preguntas y explicaciones provisorias; con la selección,
la recolección y la organización de contenidos; con
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