- ¿Qué han observado en los primeros resultados obteni-
dos?
- Lo primero que se ha observado es que en la carga alta
de 2 vacas por hectárea con respecto a 1,5 vaca es que a
mayor carga animal hay un mayor consumo de pasto por
hectárea de forraje. Eso implica que los grupos de animales
que estuvieron con cargas más altas, en el periodo junio-di-
ciembre de 2016, estuvieron un 65% del tiempo en pasto-
reo, es decir, que parte de esa dieta las vacas la lograban a
través del pastoreo directo, y un 35% del tiempo estuvieron
encerradas con reserva de forrajes. En cambio, en los gru-
pos de carga baja el porcentaje de tiempo de pastoreo fue
del 73% y el porcentaje de encierro fue 27%.
- Si llevamos esto a producción de leche por hectárea,
¿cuál es el resultado?
- Esto se mide en producción y en resultado económico.
Mes a mes en el sistema hacemos un cierre mensual con el
margen económico que se logra en estos manejos por vaca
y por hectárea. La forma es similar al sistema de produc-
ción competitiva que tiene Conaprole, o sea que metodo-
lógicamente la forma de hacer las cuentas es igual que el
proyecto de Conaprole y en cierta forma los valores físicos y
económicos son comparables.
- ¿Cómo fueron las cifras de producción de leche?
- En el período junio-diciembre los litros por vaca/día no
arrojaron diferencias significativas en lotes de baja y alta
carga. Fue de 23 litros y 24,5 litros por vaca/día respectiva-
mente. Estadísticamente esa diferencia no es significativa.
En términos de sólidos, que es la sumatoria de grasa más
proteínas por vaca y por día, hay una pequeña diferencia
en favor de las 2 vacas por hectárea. Pero donde se ve la
mayor diferencia es en los litros por hectárea y en los sóli-
dos por hectárea. Lo importante a tener en cuenta es que
en promedio las vacas pesan 530 kilos, entonces la mejor
forma de expresar esto es por kilo de peso vivo. Las con-
clusiones de este experimento son para este tipo de vacas,
no las podemos extrapolar a otros sistemas. Por lo tanto, en
carga alta tenemos 1.070 kilos de peso vivo por hectárea y
en el de carga de baja 820 kilos de peso vivo. En términos
de litros se traduce que en carga alta la producción de junio
a diciembre fue de 10.290 litros, y en carga baja fue 7.245
litros por hectárea. Mientras que el resultado en sólidos por
hectárea de plataforma de pastoreo son 790 kilos por hectá-
rea, y en carga baja 570 kilos. Es una diferencia importante,
pero en ambos casos son buenos valores. Son valores de 7
meses de producción, no del año completo.
28 | ANPL
- Se habló también de la cosecha de forrajes por hectárea,
¿cómo fueron esos números?
- La cosecha fue muy alta, la producción de pasto de los
dos sistemas fue alta porque la base forrajera es la misma.
En los cuatro grupos, es decir, en cada tambo de 24 vacas
que en total son 96 vacas, tienen sus potreros predetermi-
nados y la secuencia de la rotación forrajera es ideal para
los cuatro tratamientos. Lo que se midió fue la cosecha
forrajera y el resultado en carga baja fue un poco mayor en
la producción de forraje, se obtuvieron 12.000 kilos de ma-
teria seca por hectárea, y en carga alta se lograron 10.000
kilos de materia seca. A su vez, hay que distinguir dos
aspectos, cuánto fue cosechado por los animales y cuánto
en forma mecánica. Observamos una diferencia impor-
tante porque en el caso de carga baja de los 12.000 kilos,
7.400 kilos fueron cosechados por los animales. En los
dos tratamientos de carga baja el 60% de la producción de
forraje los animales la cosecharon por el pastoreo y el 40%
restante fue a través de cosecha mecánica. En el caso de
la carga alta, el 84% fue cosechado por las vacas a través
del pastoreo, y el 16% fue cosechado en forma mecánica.
Eso es bastante lógico, porque cuanta más carga hay, más
demanda de animales por hectárea, entonces queda me-
nos forraje remanente para cosechar en forma mecánica y
quedan menos kilos de forraje para reserva.
- Si pasamos estos números a resultados económicos,
¿qué se puede decir?
- Cuando hacemos la cuenta desde el punto de vista eco-
nómico nosotros tenemos la producción de leche de cada
lote experimental. En ese escenario, lo que calculamos
como costo es la alimentación, porque los demás costos
de funcionamiento dependen de cada establecimiento. Por
lo tanto, lo que vamos cerrando mes a mes es el margen
de alimentación y lo expresamos por vaca/día y por hectá-
rea/día, donde después se hace un acumulado mes a mes.
Entonces en términos generales vemos que el margen de
alimentación fue similar en todos los tratamientos cuando
lo expresamos por vaca/día. Pero cuando lo expresamos
por hectárea hacemos el acumulado hasta diciembre y hay
un margen de alimentación en torno a los 1.400 dólares
por hectárea en el sistema de carga alta. En tanto, en el sis-
tema de carga baja está en el entorno de los 1.040 dólares
por hectárea.
- ¿O sea que una carga más alta está dando mejor resul-
tado?
- A tener en cuenta!! Esta información es del primer año
del experimento, por lo que la información es incipiente,
aunque alentadora. El proyecto es a largo plazo y aún se
precisa acumular mayor información en el tiempo para lle-
gar a conclusiones más certeras. A mayor carga se precisa
mayor inversión de capital en ganado y en infraestructura
de apoyo; en este primer ciclo a mayor carga animal, se
obtuvo un mejor resultado económico porque hay una
mejor cosecha de forraje directa. También por hectárea hay
un mayor consumo de reserva de forraje, si bien los kilos
de reserva de forrajes son bastante parecidos.