Revista Aisthetikê MAYO 2014 | Page 6

EDUCACIÓN

el protagonista es el niño que tiene el conocimiento de ahí que se respete su ritmo y no exista un tiempo limitado para estudiar.

Si los mismos maestros buscan que aprendamos de manera espontánea disfrutaremos del proceso al contrario que si vemos en ellos unos contenidos y los alumnos se conviertan en obejetivos. Esa sería la educación perfecta pero no la que los de arriba quieren.

Estamos vacíos de contenidos después de años y años estudiando, hemos sido ratas del sistema y nos han utilizado para modificarlo. El ser humano cree que es esencial e importante pero la realidad es otra muy distinta ya que somos instrumentos de quienes nos dirigen.

Nos limitamos a lo que nos enseñan no ponemos nada en duda hasta tal punto que esta es considerada la sociedad del autoengaño con gente que trabaja solo para conseguir dinero.

Todo está marcado de miedo, nosotros concretamente lo tenemos, no nos revelamos por muchos que las condiciones de nuestro trabajo no nos gusten.

por muchos que las condiciones de nuestro trabajo no nos gusten. El tener es lo que nos separa de nuestra identidad nos lleva al miedo queriendo aparentar lo que no somos mediantes diplomas.

Las cosas deben de hacerse por motivación personal y esa debía de ser la idea fundamental de la educación. La epidemia de niños imperativos es propia de esta nueva educación, el sistema te cataloga como tal sobre una media.

La idea tendría que ser la de aprender lo que queramos porque es lo que nos impulsa a hacer algo al auto realización. No podemos aprender a ser libres cuando salgamos de la escuela cuando durante años estamos limitados por, dependemos de, sujetos a…

No hay una evaluación de la conducta ni del aprendizaje en dichas reuniones entre mismos profesores y tutores con padres se nos califica por números. Tenemos que cambiar no por invertir más en educación esta será mejor.

El amor entre unos y otros hará cambiar la sociedad, el conocimiento viene solo pero si alguien no es amado no podrá amar.

Hoy en día la educación está prohibiendo las cosas importantes. Esas cosas no se anotan ni en un cuaderno ni en una carpeta no sabemos cómo afrontarnos a los grandes problemas de la vida de los que pasa fuera de clase. Poca gente sabe que sentimos que pensamos o si la elección de ir a la escuela ha sido nuestra o de nuestros padres.

ROSA Mª CANTARERO LÓPEZ 2ºBH