RESISTENCIA, la revista 001 | Page 96

intolerancia puede venir tanto de los Estados como de una parte del Estado hacia la totalidad. Cada uno tiene que valorar en que grado se está actuando de manera intolerante desde los Estados y desde los que se revelan contra los Estados. Ahí hay terrorismo contrarrestado, pero a veces hay terrorismo estatal también. Y hay Estados, no sé, no puedo pensar si Israel es un Estado, pero a veces desde el propio Estado se puede parecer más terrorista que los que van contra los Estados. Lo que quiero decir es que hay Estados que se comportan a veces con tácticas terroristas. Porque el terrorismo es una táctica, una manera de actuar para generar miedo, esto nos llevaría a explicar qué es el terrorismo. En general los intolerantes son un mal de toda la democracia y al ser un mal simplemente hay que ver la mejor manera de revertir ese mal y sanar esa sociedad donde todos deben ser respetuosos y que se acaben los intolerantes.

David: ¿Hay que decir siempre la verdad?

Juan Carlos: Fíjate que aquí podríamos recurrir a Kant. Decía que había que cumplir las promesas, no sé si lo habéis visto en clase, por imperativo categórico. Hay ciertos imperativos, ciertos deberes de la razón que hay que cumplir siempre y de manera incondicional y uno de ellos es cumplir las promesas. Si tú has dicho que vas a hacer algo, tienes que cumplirlo. Decir la verdad era también para él un principio que tendría que seguirse en principio siempre.

Pero nos podemos encontrar con situaciones en la que decir la verdad puede generar más mal que bien. Imagínate que están persiguiendo a una persona para matarla, entra en tu casa para refugiarse, llaman a la puerta, ¿ha entrado esta persona aquí? Sabes que si dices que sí, dices la verdad, la van a matar, y sabes también que es inocente. ¿Diríais la verdad o no la diríais o protegerías a la persona?

El problema de mentir es que si aceptamos que podemos mentir en algunos casos empieza a ser difícil en que casos sí y en que casos no. Y la verdad deja de ser un criterio de actuación de las personas y ya no podemos confiar en nadie. Por eso Kant temía que al final no pudieras confiar en nadie y le da tanto peso a la la verdad.

fanáticas no es para mi una democracia, aunque la mayoría esté decidiendo en un sentido. Como mucho será menos malo que una dictadura en la que nos deciden por todos, pero no es la democracia que yo quiero para mi pueblo, para mi país ni para mi mundo. Yo quiero una democracia de gente reflexiva, de gente que piense, que respete, que intente comprender a los demás, que quiera construir un proyecto entre todos, etc. Con esas perspectivas ya luego vendrán la mayoría decidiendo y si puede ser por consenso incluso mejor.

Entonces, cuando es un grupo muy grande los que dicen no hagas cosa, tiene que ser así, lo

vamos a imponer así y si no nos permitís que sea así entonces lo conseguiremos violentamente. Creo que hay que hacerlo de la manera menos agresiva posible para el conjunto de población pero no se puede permitir que se actúe de manera intolerante porque si no al final ponemos en riesgo la democracia.

Con esto no quiere decir que tome partido por nadie en nada que esté pasando actualmente en nuestro contexto, porque la

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