RESISTENCIA, la revista 001 | Page 82

Juan Carlos: me llama la atención diciendo vamos a cambiar el tema porque a lo mejor tiene bastante con cómo yo lo haría también.

Yo estuve trabajando muchos años el tema del final de la vida y me he encontrado con gente que me decía: y tú, ¿por qué trabajas tanto sobre el final de la vida?, ¿tú qué problema tienes? Yo no tengo ningún problema, pero uno elige un tema que le afecta. A mí me gustan los temas que le afectan a todos, porque si un tema les afecta a todos tienes mucho espacio para hablarle a mucha gente. ¿Y qué tema afecta más a todo el mundo que la muerte? Todos vamos a morir en la medida en la que todos estamos vivos. Y me parecía interesantísimo pensar sobre la muerte y pensar cómo vivir ese momento del modo más adecuado y más ético. Estuve muchos años trabajando sobre ese tema, porque fue un tema que trabajé en mi tesis doctoral, que trata de la ética del discurso aplicada al final de la vida. Fueron muchos años y al terminar la tesis me llamaban de muchos cursos para seguir dando muchas clases sobre ese tema. Después de eso me apetecía mucho trabajar sobre el humor y ver las cosas también desde esa perspectiva.

Y la verdad es que yo no pensaba que iba a descubrir tantas cosas como descubrí

trabajando el tema del humor. Pensé que era un tema que me iba a costar encontrar información y encontré muchos artículos. Casi todos los autores de la historia de la Filosofía, los grandes autores de la historia de la Filosofía, hablo de Platón, Aristóteles, Hobbes, Kant, Nietzsche. Todos han hablado sobre el humor a lo largo de su obra, en alguna página. Y algunos han llegado a hacer tratados, aunque han sido pocos.

Umberto Eco, en su novela El Nombre de la Rosa, hablaba de un libro perdido de Aristóteles, el segundo libro de la Poética, donde había desarrollado una teoría sobre el humor y era un poco como decir: voy a intentar recuperar o escribir ese libro que se dice que Aristóteles habría escrito y se había perdido.

Entonces es un libro en el que elaboro una teoría propia basada en el humor. Al principio era trabajar sobre el humor, pero al final me di cuenta de que el tema daba para, incluso, hacer una propia teoría ética sobre el humor. El humor, pienso, por responder a tu pregunta, que tiene un lugar fundamentalísimo en nuestra sociedad. Pensar un día en el que no riamos es pensar en un mundo deshumanizado. Es cierto que los niños ríen entre 200 y 300 veces al día y los mayores reímos muy poco, a lo mejor 20 o 30 veces al día y algunos pues

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