da mucho miedo. Habéis visto el tal Bolsonaro que ha dicho “por Dios y por Brasil“. ¡Ojo, sabemos lo que esto significa! A Dios lo que es de Dios y a los hombres lo que es de los hombres. Lo que no podemos hacer nunca porque en cuanto te pasa eso se dice “a pues yo voy a morir por Dios”. No, no. Tu vida nos interesa mucho. Cada vida es muy interesante. Lo que no podemos hacer es que ahora nos pidan morir otra vez por Dios. Ya sabemos lo que eso significa.
Ya veis ya soy bastante viejo. Antes nos llamaban los ancianos, ahora nos llaman los mayores. Yo soy mayor desde que tenía un día, a mí lo de ser mayor me preocupa poco. A mí lo que me preocupa es que llevo muchos años y veo que hay muchas cosas que no se arreglan y deberían arreglarse. Hoy hay motivos que nos tienen que hacer pensar, superior a nuestros propios pensamientos personales. Cuando os hablaba de Trump, yo ahora puedo ser de derechas o de izquierdas, puedo ser
de centro, puedo ser de un partido o de otro, pero lo único que tengo que pensar es que tenemos que cumplir unas necesidades intergeneracionales. Tengo que pensar en los jóvenes de ahora y los que van a venir y que lo van a pasar muy mal si no cambiamos. Tenemos que cambiar y esto es lo que tenemos que pensar, todo lo demás decae.
El otro día un catalán, un amigo mío, me dice: “no hombre, es que jo sòc independentista”. Pues mira, pues lo siento, yo respeto a todo el mundo, sea lo que sea: a los budistas, a los animistas, a los confucionistas, a todos los respeto. En estos momentos puedes ser independentista pero lo que tienes que hacer ahora es ser responsable en relación a tus hijos y a tus nietos y a tu descendencia. Además, lo que no puedes hacer es decir que ahora me he independizado, lo cual es ridículo, en un momento en el que somos siete mil millones de habitantes de la tierra. Podríamos vivir bien, porque tecnológicamente hay mucho desarrollo y muchas cosas. Pero claro, hemos ido concentrándolo todo en muy pocas manos. Se calcula que menos de 30 personas tienen una riqueza mayor que la mitad de la humanidad, tres mil quinientos millones de personas. ¡No puede ser! Son cosas que no vamos a tolerar. Mira ahora no me hables tu de siete millones cuando lo importante son siete mil millones. Con todos los respetos. Vuelvo a repetir, uno puede ser independentista, puede ser no independentista, puede ser de un lado u otro, tal y cual. En estos momentos lo único que importa es asegurar que la
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