ahí os quedáis, nos estamos pasando y escribió un libro titulado precisamente “¿Somos todos enfermos mentales?”
Esa es la pregunta que se hacía en el titulo de su libro porque había algunos desordenes mentales que si tú quieres ser preciso acabas diciendo que toda la población mundial tiene este desorden y que luego a lo mejor viene acompañado de un fármaco. Esto pasa, por ejemplo, con la hiperactividad que se está sobre diagnosticando y sobre medicando en la actualidad. Antes nosotros íbamos al colegio y ahí no se sabía nada, que también era malo no saber lo que les pasaba a los niños, pero ahí a nadie le pasaba nada. Ahora parece que cada vez hay más niños que tenemos que saber qué tratamientos están siguiendo porque cada uno tiene algún tipo de desorden.
Luego las farmacéuticas tienen muchísimos beneficios. Hay que ir con cuidado de ese negocio de las farmacéuticas porque tienen que velar siempre por el bien de las personas y no por ganar dinero. Cuando su interés sea ganar dinero entonces ya lo están haciendo mal y hay sospechas fundadas de que a lo mejor en algunos puntos están mirando más por su negocio que por el bien de la población. Y cuando realmente suceda eso, yo no podría decirlo porque soy filósofo, pero las farmacéuticas tienen que implicarse mucho en detectar cuando ya es innecesario un determinado tipo de fármaco para vivir.
Aparte de todos los casos, por ejemplo, la Viagra. Ha tenido mucho éxito y se ha ganado muchísimo dinero con ese medicamento. Las farmacéuticas trabajaron mucho para detectar
"Las farmacéuticas tienen que implicarse mucho en detectar cuando ya no es innecesario un determinado tipo de fármacos para vivir"
experiencias personales para escribir alguno de tus libros?
Juan Carlos: Bueno experiencias personales. Cuando escribí el primero “Una brújula para la vida moral” yo había estado con Karl-Otto Apel y fue una experiencia trabajar con él. De alguna manera yo empiezo ese libro contando como era Apel con 18 años. Se alista en el ejército, etc. Me gusta cuando puedo hablar de la persona de la que estoy escribiendo para que no quede todo muy abstracto, entonces empiezo el libro hablando de la persona, de la experiencia que tuvo. Al final me lo encuentro en Alemania.
En el caso de Apel el shock personal fue
un tipo de pastilla que se pudiese usar también para mujeres cuando no tenían mucho deseo sexual y llegó a decirse que si una mujer pasaba más de tres semanas sin deseo sexual es que tenía un problema y había que darle también una pastilla para estimularse. Claro, detrás de eso ¿qué había? Intentar ganar dinero que se estaba ganando con la Viagra, pero en este caso para las mujeres. Y se detectó que detrás había unos intereses que no estaban fundados, pero ya estaban promocionando también el medicamento correspondiente. Esto es atender el negocio, no atender a las personas.
Vicent: Centrándonos ahora en el tema un poco más personal ¿te has basado en
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