puño & letra Winter 2019 | Page 5

Después caminamos como tres horas . Paramos porque queríamos comer algo , pero no teníamos casi nada de comida . Solo llevábamos tortillas y un queso que yo había empacado , y eso lo comimos todos entre 13 personas . Descansamos unos 30 minutos y seguimos caminando por tres o cuatro horas más para agarrar otro bus que nos llevara a la próxima frontera entre Guatemala y México .
Al llegar nos tiramos por unas montañas alrededor del muro que divide Guatemala de México . Uno de los que íbamos se resbaló y cayó hasta abajo de la colina . Fue a chocar en una pared que había . Todos bajamos rápido para verlo y para saber si se lastimó . Pero cuando lo miramos en el suelo nos pusimos a reír de él porque se llenó todo de lodo .
Pudimos entrar a México sin que nos viera la migración de México . Seguimos caminando en la mañana desde las 7 hasta las 3 de la mañana siguiente . Llegamos bien cansados a un albergue de inmigrantes y la verdad , desde ese primer día yo sufrí . No quería caminar más pero al día siguiente salimos otra vez . Ese mismo día pasaría el primer tren que yo tomaría . Cuando llegó el tren , hasta el sueño se me quitó por los nervios . Miré como se subían los otros . Lo intenté , y también me pude subir . Estuve en ese tren toda la noche ...

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