puño & letra Winter 2018 | Page 6

texto y foto: DANNY MANZANO diseño: ELISE GELLMAN Temblores y Temores A l iniciar el dia, millones de autobuses y carros se mueven por la Ciudad de México, donde las 8.9 millones de personas que la habitan empiezan sus obligaciones y trabajos del diario. La gente camina tranquilamente por las calles ruidosas como cualquier día de la semana. En el municipal de Santa Clara, una niña de 15 años llamada Laura Ortiz apenas se despierta con flojera. “Todo estaba tan tranquilo y tan quieto, y de repente pasó” contó Laura durante una entrevista en la que nos relató su experiencia sobre el famoso terremoto en México el 19 de septiembre de 1985. “El susto que me dio ese día tomó años para que se calmara, y la destrucción que le causó a la ciudad parecía como un apocalipsis”. 32 años pasaron y Laura se quedó en la misma área de México donde creció. Apenas salía del tianguis cuando de repente, sintió como el piso se agitaba violentamente. “Cuando sentí como se movía la tierra, sabía lo que estaba pasando, pero lo que más preocupaba eran mis hijos que aún estaban en la escuela a diez kilómetros de donde yo estaba”. Tres décadas separaban los dos eventos sísmicos…. La Ciudad de México ha sido víctima de varios catástrofes naturales, donde miles de vidas se han perdido entre los escombros de los edificios. El 19 de septiembre de 1985 marca el día donde el primer terremoto grande sacudió a la Ciudad de México. Fue de una magnitud de 8.1 en la escala de Richter, y se considera el terremoto más intenso y mortal en la historia mexicana. “Todo estaba tan tranquilo y tan quieto, y de repente pasó” Igual que muchos de los que vivieron este incidente, Laura se acuerda excepcionalmente bien del temor que sintieron cuando la tierra se partió. “Apenas me estaba levantado para salir a la prepa. Estaba muy desvelada y el sueño me quería ganar. Mis hermanas estaban durmiendo mientras les fui a preparar el desayuno. De repente siento que el piso se estaba moviendo y escucho que las ventanas se quiebran y el vidrio se me cae encima. Entonces que subo a despertar a mis hermanas y nos salimos de la casa al patio donde mis padres nos dijeron que estaríamos a salvo. Gracias a Dios salimos todos a tiempo y sin alguna herida, aunque nuestra casa sufrió algunos daños”. Las casas de alunos se mantuvieron, pero alrededor de 400 edificios fueron derribados en la ciudad, y miles de otros sufrieron daños pesados Laura tuvo la suerte de salir bien y libre de cualquier herida. Sin embargo, este temblor causó la muerte de más de 10,000 personas. Se estima que 250,000 personas se quedaron sin hogar después del terremoto. Además de haber derribado edificios y puentes, el