puño & letra Winter 2018 | Page 21

proveyeron estadísticas que sustentaban esta discriminación salarial. Mostraron que el equipo nacional de los hombres ha producido el doble de ingresos y asistencia en comparación a los del equipo de las mujeres. Según Sunil Gulati, el anterior presidente de la asociación nacional, los índices de televidentes para los partidos masculinos so n bastante mayores que los que alcanzan las mujeres. Otra controversia que surgió fue la afirmación que esta queja de las jugadores femeninas era “errónea, engañosa o ambas cosas al tiempo”. Aunque las mujeres han superado innumerable obstáculos, todavía enfrentan muchos conflictos y luchas más. Las oportunidades presentadas a las mujeres aumentaron enormemente en los 40 años desde la aprobación de la legislación de la equidad de género conocido como el título IX. Esta ley protege a la gente de la discriminación basada en el género para programas de educación o actividades que reciben asistencia financiera federal. Dice que ninguna persona en los Estados Unidos, por motivos de género, puede ser excluida de la participación, denegada los beneficios ni ser sometida a la discriminación. Se aplica a los programas atléticos y exige que mujeres y hombres tengan oportunidades justas para participar en los deportes. Otros beneficios incluyen el tratamiento igual en la manera de recibir equipo y suministro; planificación de los partidos y los horarios de práctica; viajes y prestación diaria/por día; acceso a la tutoría; entrenamiento, camarinos, instalaciones competitivas y de práctica; instalaciones y servicios médicos y de entrenamiento; instalaciones y servicios de las viviendas y comedores; publicidad y promociones; servicios de apoyo y el reclutamiento de los atletas estudiantes. Resulta bastante irónico, porque aunque esta ley fue creada específicamente para proteger a la discriminación basada en el género, está fallando en su propósito básico. El Título IX explica que proporciona igualdad en todos los aspectos a los deportistas pero todavía no hemos llegado a este punto señalado donde las mujeres reciban el tratamiento que merecen. En todos los campos laborales hay mucha discriminación entre los salarios de un hombre y una mujer, y la mayoría usan las ganancias para justificar esta discriminación. Pero, la verdad realmente tiene su origen en la historia de sistemas de desigualdad y opresión. Si tuvieran la oportunidad, los mismos recursos, y una inversión a la par de los hombres, las mujeres serían capaces de superar los niveles marcados por ellos. No obstante, sin estas equilibraciones justas y necesarias, se quedan en un círculo vicioso—un ciclo donde sin recursos no será poisible exceder las expectativas comerciales, y por no lograrlo, no recibirán los recursos necesarios para hacerlo en el primer lugar. La evidencia demuestra grandes disparidades salariales entre mujeres y hombres. Aquí algunos datos claves: Equipo Nacional Mujeres Hombres Pago: anual (salario + bonificación) 0 partidos ganados: $72k + $0 $0 + $100k (salario + bono) (salario + bono) 20 partidos ganados: $72k + $22k $0 + $263k (salario + bono) (salario + bono) Las mujeres tienen un salario fijo anual de $72k. Los hombres no reciben salario de US Soccer, sino de sus clubes en la MLS o alrededor del mundo. Como ejemplo extremo, en 2017 Michael Bradley se ganó $6.5 milliones. Pago: partido de exhibición (por jugador) $3,600 $5,000 Bonificación por partido ganado: $1,350 $8,166 Bonificación: Copa Mundial (por jugador) $75,000 $32,500 $20,000 1 o 2 o 3 o $390,625 $260,417 $52,083 En 2015, el equipo femenino campeón de la Copa Mundial ganó $2 millones. Mientras tanto, en 2014 el equipo masculino recibió $9 millones por llegar apenas al undécimo lugar, sin avanzar de los octavos de final.