texto: OSIRIS CEBALLOS MONTUFAR
arte: SAM AVILA
diseño: PIPER CHRISTOPHER
A
mis amigos en Honduras les
encantan los mitos, los cuentos,
y las cosas curiosas. Un día de estos
empezaron a contar una historia
insólita y un poco tenebrosa. Se trataba
de una casa sólida y fea con mucho
monte y toda decaída donde mis
amigos, mi familia y la gente de mi
pueblo todos dicen que asustan y que
salen fantasmas.
Padre
Poseido
Años atrás vivía una familia con mucho
dinero. Aunque es una casa que ahora
está descuidada, en aquellos tiempos
era muy caro mantener una casa así
de grande. Para esta época era lujosa y
solo una familia con suficiente dinero
la podía tener.
Esa familia era muy respetada pero
ya el dinero se les iba acabando. Es
decir, ya la familia estaba cayendo en
quiebra. Como estaban acostumbrados
a los lujos y una vida buena, el padre se
encargó de hacer un pacto con el diablo.
A cambio de la comodidad asegurada,
le entregaría al gran cachudo el alma
de su primogénito. Con esto, al final
él y su esposa compraron muchas
tierras, ganados y otras cosas más hasta
superarse y ser una de las familias
más respetadas de la región. Al nacer
el niño, el diablo regresó a reclamar
su alma pero los padres se negaron a
entregarlo. Era su primer y único hijo y
ellos al fin no querían perderlo.
El diablo se enojó mucho y decidió
arruinarles los días. Al que más le
hechizó fue al padre pues él era el más
involucrado en el pacto. En los primeros
momentos de angustia y desesperación
tomó una decisión de locura y habló
con su esposa. Ella se asustó al escuchar
lo que dijo su marido, “por ratos me
dan ganas de asesinar a sangre fría”. Las
personas de los lugares cercanos decían
que el padre estaba loco.
Pasó el tiempo y el hombre decidió lo
que haría con la familia. Les empezó a
contar a sus amigos, y todos se alejaban
de él porque se dieron cuenta que
tenía una mente muy violenta. Ya era
tarde, pues el señor llegó a actuar e
hizo la cosa más horripilante. Entró a
la cocina, agarró un cuchillo y apuñaló
a su mujer. Según sus pensamientos
torcidos, estaba salvándo el alma de
ella.
Un rato después, llegó su hijo y entró a
la sala. El niño llegó preguntando por
su madre porque tenía mucha hambre.
El papá con lástima y dolor lo agarró de
la mano y le dijo, “te amo hijo, te adoro
y no lo olvides. Vayas donde vayas,
recuerda que te amo”.
Abrazando y besando al niño, con
lágrimas en los ojos le respondió, ‘’¿que
pasó papito para dónde vas? No nos
dejes, tú sabes que el señor malo me
persigue, papito. Dice que me quiere
y que yo soy de él. Papito, no quiero
que me dejes solo. Mi mamita y yo
te amamos mucho y te necesitamos”.
El padre destrozado caminó hacia
donde su esposa que yacía muerta y
toda ensangrentada. Sacó un arma y le
disparó al niño. Después de asesinar así
a su familia, gritó y se desgració pero
eso no fue suficiente. No pudo contener
su decepción y se puso la pistola en su
cabeza. Se dio un tiro y quedó muerto.
Unos días después el diablo pasaba,
semejante jinete negro.
Esa es la historia que cuentan mis
amigos. Dicen que desde ese día ya nadie
ha podido vivir en esa casa. Siempre
suceden cosas raras y espantosas al que
lo intente hacer. Las familias que se
mudan allí se van rápido. Se escuchan
cosas extrañas. Amanecen los muebles
y hasta los mismos miembros de la
familia en el patio de la casa sin saber
cómo llegaron allí.
Ahora está medio destruida por los
curiosos que van y rompen las paredes
buscando el oro y los lujos que habrá
dejado la familia maldita. Como yo me
fui de mi pueblo, no sé cuál sería el final
de la casa que nadie quiere comprar,
donde las almas deambulan alrededor.
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