puño & letra Summer 2018 | Page 22

texto: WENDY DIAZ y MAURICIO LAINEZ arte: MAURICIO LAINEZ diseño: ELISE GELLMAN Hay quienes dicen haberlos visto... En los pueblos de Centroamérica hay quienes dicen haber visto de todo. Será por las noches tan oscuras, el campo y el monte, los siglos de creencias unas mezcladas con otras, los siglos de terrores no siempre imaginados. Las voces populares cuentan de espíritus malignos, de fuerzas y figuras que raptan a mujeres y devoren a niños. Cualquiera que los encuentre puede quedar desviado, enloquecido, o degollado. Algunos dirán que son puros cuentos para asustar o deleitar. Pero otros juran que en algún camino de vereda, en una noche como esta, los vieron. El Sombrerón TEXTO: WENDY DIAZ Mi querido abuelo solía contarme sus historias en las tardes o en las noches cuando era hora de comer. Yo era la única niña pequeña en la casa con ellos así que me contaba a mí las experiencias de su vida y relatos del mundo. En mi pequeño pueblo lleno de paz y tranquilidad, rodeado de montañas y ríos, las personas que lo habitan a veces ven o escuchan espíritus que inquietan. En mi región, una de los fantasmas más comunes es un espantoso hombre llamado el Sombrerón. Siempre se le cuenta a los niños, de la misma forma como los ancianos les cuentan a sus nietos sobre sus vidas. Aunque me daba mucho terror, siempre disfrutaba las noches tibias en las que me contaban estas historias del pasado. Su nombre lo dice todo. De estatura pequeña y botas que hacen un sonido raro al caminar, siempre lleva puesto un sombrero enorme que le cubre la cara y gran parte de su cuerpo. Carga una ruidosa cadena y siempre está acompañado de su caballo. Pasa buscando a una mujer que él amaba. La pérdida de su amada lo hizo enloquecer. Dicen que era hermosa, de cabello negro y muy largo. Él siempre le cantaba desde de la ventana con su guitarra y le componía frases poéticas dedicando su pasión para enamorarla cada vez más. Cuando la madre se enteró de que su hija tenía un novio y se veía con él, trató de separarlos y a la fuerza la mandó a internar en la iglesia para que fuera monja.